Miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil recuperaron en las primeras horas de la mañana de ayer el cuerpo sin vida del joven italiano que desapareció el jueves por la tarde en la cueva de El Tancón, en el municipio de Santiago del Teide. A la espera de un comunicado oficial sobre el estado de salud de una mujer de nacionalidad suiza que fue evacuada del lugar en estado crítico –al parecer tiene lesiones cerebrales de carácter irreversible–, ya son cinco las personas que perdieron la vida en este enclave geográfico en los últimos cuatro años: hace menos de un año un hombre de origen sudamericano residente en Añaza (Santa Cruz de Tenerife) murió en el mismo lugar cuando se bañaba en compañía de sus dos hijas.
«Ya no sabemos qué hacer para que la gente entienda que esa no es una zona de baño». Así de contundente se mostraba ayer Emilio Navarro, alcalde de Santiago del Teide, al ser preguntado por el suceso acaecido a media tarde del jueves. «Hay señales que prohiben el baño, zonas valladas y esta semana (por el pasado miércoles) se ha publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) una normativa por la que se va a empezar a sancionar económicamente a las personas que incumplan los avisos», adelanta sin restarle dramatismo a un accidente en el que se vieron implicados cuatro personas: el joven italiano fallecido, la mujer que fue derivada al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria en estado crítico –algunos miembros de su familia tenían previsto viajar ayer desde tierras helvéticas para seguir una evolución compleja–, una amiga de esta y un joven que fue atendido en la zona de unas lesiones con un pronóstico «menos grave».
Una zona muy «peligrosa»
La cueva del Tacón es un bufadero (formación geológica que se origina en zonas acantiladas y tiene un origen volcánico) que se ha ido generando por la erosión del oleaje y que tiene una abertura en el techo, que es el punto por donde se introduce y sale aire y agua a gran presión. «A pesar de las incontanbles advertencias que hace la Policía Local y Protección Civil sobre la prohibición de bañarse en ese enclave nos seguimos encontrando con personas que incumplen y ponen en peligro, no solo sus vidas, sino las de las personas que tienen que auxiliarlas cuando las cosas se complican», comenta el primer edil de Santiago del Teide. Y es que El Tancón y el charco de La Laja, en San Juan de la Rambla, son dos localizaciones naturales de máximo riesgo a la hora de decidir darse un baño: en 2018 fallecieron dos personas en El Tancón y otras dos en La Laja.
La emergencia que se dio el jueves por la tarde se desencadenó en el instante en el que los cuatro bañistas –no se ha podido confirmar si en el perímetro había más personas– se vieron sorprendido por una ola que elevó el nivel del agua en el interior de la cavidad e hizo que estos se golpearan la cabeza contra el techo. Uno de los accidentados logró abandonar el espacio cerrado en los primeros minutos de la tragedia y fue el que dio la alarma para que se activara el protocolo de rescate. Fuentes consultadas por este periódico indicaron que al parecer el hombre italiano (la víctima localizada ayer por la mañana), llevó a las jóvenes suizas a la Cueva de El Tancón para mostrarle uno de los paisajes de la Isla más publicitados en las redes sociales. «Ese es uno de los problemas que hay que corregir», indica Emilio Navarro. «No se puede estar popularizando o visibilizando un espacio donde está prohibido el baño».
Un largo operativo de rescate
Casi siete horas se alargó el dispositivo de rescate el jueves por la tarde. Los últimos recursos en retirarse de la Cueva de El Tancón lo hicieron alrededor de la 01:35 (policías locales, bomberos voluntarios y Protección Civil de Santiago del Teide y varios agentes de la Guardia Civil), aunque un helicóptero realizó varias batidas antes de regresar a su base. «Se intentó todo durante horas», precisa Ibrahim Forte Rodríguez, primer teniente alcalde y edil responsable de Presidencia, Seguridad Ciudadana, Policía, Movilidad y Accesibilidad, Tráfico y Participación Ciudadana. En uno de esos intentos, precisamente, los buzos de los Bomberos Voluntarios de Santiago del Teide vieron flotando el cuerpo del italiano –el hecho de que no se moviera no era una buena señal–, pero un golpe de mar provocó que desapareciera antes de ser sujetado por unas cuerdas. «Lamentablemente no se ha podido hacer más, pero el trabajo realizado ha sido ejemplar. Los recursos de emergencia se han jugado la vida en este rescate».
Seis horas después de paralizar las maniobras de recuperación ya se estaba trabajando de nuevo en la Cueva de El Tancón. La búsqueda se amplió con varias unidades de Salvamento Marítimo (por mar y aire), otros recursos aéreos y los especialistas de la Guardia Civil.
El mar estaba algo mejor que la tarde del jueves –con una ligera incidencia motivada por un mar de fondo– y los submarinistas de la Guardia Civil empezaron a peinar un perímetro bastante próximo a una de las entradas a El Tancón. En la primera inspección no hallaron nada, pero en la segunda encontraron el cadáver del joven y lo consiguieron elevar hasta una de las zodiac que estaban peinando la costa. Ocurrió sobre las diez de la mañana y en tierra ya aguardaba la autoridad judicial que se hizo cargo del levantamiento del cadáver.
«La mayoría de los sucesos que se dan en este punto, en el que no está autorizado el baño, los protagonizan personas que no conocen las particularidades de un lugar de riesgo. La gente que sabe lo peligroso que es adentrarse en El Tancón no se expone a una situación tan adversa», afirma el responsable del área de Seguridad del Santiago del Teide.
