Aún no hay fecha para que el buque oceanográfico Ángeles Alvariño ponga rumbo a la Península, pero esta decisión se puede tomar en las próximas horas. Su continuidad en aguas tinerfeñas depende más de los informes que se crucen, si no lo han hecho ya, los responsables de la búsqueda de los cuerpos de la pequeña Anna y Tomás Gimeno y Madrid, más que de los deseos de la Delegación del Gobierno de Canarias por prorrogar unas jornadas un operativo que no ha aportado grandes novedades desde el 11 de junio, día en el que su tripulación obró el milagro de recuperar el cadáver de Olivia, hermana de Anna y de cuya muerte violenta de responsabiliza a su padre. 

El Ángeles Alvariño ha cambiado varias veces su posición en las últimas 48 horas. Ayer, por ejemplo, estuvo sondeando una franja marina a unas cuatro millas mar adentro del punto en el que se encuentran los puntos de descarga de la Refinería. Esta modificación, alejada de las coordenadas en las que izó la botella de oxígeno, la funda nórdica y el cuerpo de Olivia, se estableció ante la posibilidad de que el principal sospechoso de asesinar a Anna y Olivia cambiara de ubicación nada más mantener la última conversación telefónica con Beatriz Zimmermann. Y es que la Guardia Civil ha ampliado unos kilómetros el lugar determinado a partir de la triangulación de la dramática charla los padres de las niñas y la antena que sirvió de enlace. 

Este traslado del escenario de búsqueda se puede entender como uno de los últimos movimientos que está realizando el Ángeles Alvariño -y con él la unidad robótica Comanche que ha rastreado puntos próximos a los dos mil metros de profundidad- antes de confirmar su retorno a La Coruña: la tecnología que se está utilizando desde hace casi un mes para localizar los restos de Anna y Tomás Gimeno está valorada en más de 1,5 millones de euros y requiere de unos tiempos de mantenimiento (no solo de revisión, sino de descanso ) que en la actualidad juegan en contra de un operativo que se desarrolla en paralelo a las pesquisas que la Guardia Civil continúa realizando en tierra. 

El agradecimiento de Beatriz

La madre Anna y Olivia publicó el pasado fin de semana una carta en la que confesaba que «gracias a ustedes puedo vivir», dijo en referencia a la impresionante labor desarrollada por el personal del Ángeles Alvariño. Su intención continúa siendo agradecer personalmente cada uno de los esfuerzos que se acumulan desde semanas en torno a una misión que a priori resultaba imposible. «Por muy devastadora y cruel que fuera siempre es mejor saber la verdad», incidió sin obviar que el hecho de que tenga «a su lado» a Olivia es como si también estuviera Anna.

La celebración de ese encuentro, siempre extremando las precauciones para no convertirlo en un hecho público, sería la prueba definitiva de que el trabajo del Ángeles Alvariño en Santa Cruz de Tenerife ha finalizado.  

Último registro

En los últimos registros que se han llevado a cabo en la casa que ocupaba Tomás Gimeno en Candelaria se sigue buscando el rastro de sedantes que pudieron ser utilizados por este para acabar con la vida de Anna y Olivia antes de arrojar sus cuerpos al mar. También se busca un cinturón con lastres -de tipo submarinista- del que aún no hay pistas sobre su paradero. Igualmente, se siguen revisando todas las declaraciones que se han tomado en las últimas cuatro semanas.

Inundar las redes con velas blancas

Beatriz Zimmermann tiene la esperanza de recuperar el cuerpo de su hija pequeña, que continúa desaparecido. Por eso, a través de la cuenta de Instagram Bring Back Home Anna and Olivia, ha pedido colaboración para que aparezca el cuerpo de Anna y tanto ella como su familia puedan despedirse de ambas niñas. Pero una de las mayores inquietudes de Beatriz es que aparezca también el cuerpo de Tomás Gimeno para así poder descansar, «cerrar el círculo y encontrar paz». El texto publicado en Instagram dice: «Cuando pedimos poner una vela blanca para que su luz iluminara el camino de vuelta a casa de las pequeñas apareció Olivia como un milagro, con una señal de la que siempre estaremos agradecidos. Hoy, de nuevo les pedimos colaboración, no queremos perder la esperanza y rezamos porque aparezca Anna para poder despedirnos de ella junto a su hermana y, sobre todo, que aparezca Tomás para que Beatriz pueda descansar. Cerrar el círculo y encontrar paz. Inundemos las redes de velas blancas. Por Anna y porBeatriz que. junto a Olivia estarán siempre juntas». Joaquín Amills, el portavoz de Beatriz Zimmermann, aseguró ayer en una entrevista en El programa de Ana Rosa que la madre de Anna y Olivia «piensa que Tomás se suicidó, pero no al 100%». Amills sostiene que a Beatriz le queda esa duda porque hay quienes piensan que la forma de ser de Tomás no obedece a la de un suicida. Aunque quienes rodean a Beatriz creen que está en el fondo del mar también tienen dudas. «No podemos permitir que Beatriz mire hacia atrás por si Tomás viene hacia ella, no podemos permitir que este hombre esté en la calle», aseguraba Joaquín Amills.