Más de 140 personas, casi todos ellos procedentes de diferentes países subsaharianos, han sido detenidos los pasados días por la Gendarmería mauritana cuando se disponían a salir en distintas embarcaciones para llegar ilegalmente a Canarias.

Según han informado fuentes policiales mauritanas, los arrestos se produjeron en la capital, Nuakchot, y sus alrededores, en distintas operaciones de desmantelamiento de varias redes de emigración ilegal.

Los miembros de estas redes tenían en su poder abundante material logístico y provisiones para la larga travesía de varios días que se necesita para cubrir la distancia entre Nuakchot y la isla de Gran Canaria, a la que suelen llegar las barcas salidas de Mauritania.

Habitualmente la ruta migratoria de Mauritania a Canarias las cubren cayucos de pescadores que salen desde Nuadibú, en el extremo norte del país, por ser la ciudad más próxima a las islas españolas.

Pero las costas de Nuadibú están más vigiladas, por patrullas combinadas de la Guardia Civil española y la Gendarmería mauritana, y por ello, las redes de tráfico de personas eligen a veces partir desde Nuakchot, mucho más al sur, una ciudad situada a más de 700 millas marinas de Gran Canaria.

Consciente de este fenómeno de traslado de rutas migratorias, España ha puesto a disposición de Mauritania un avión C-235 de la Guardia Civil para tareas de vigilancia costera en el litoral de Nuakchot, con la misión de localizar las embarcaciones sospechosas y entregar los datos a los guardacostas mauritanos, únicos habilitados para interceptarlas.