Miembros de la Policía Local de La Laguna denunciaron al encargado de un bar situado bajo el aparcamiento del centro comercial Alcampo por la celebración de una fiesta en el sótano del citado local, el espacio destinado al almacenamiento de mercancías a finales del mes pasado. Cuando los agentes municipales le preguntaron al citado individuo, de 41 años y nacionalidad venezolana, por el origen de la música, negó los hechos y atribuyó el ruido a una amiga suya, que también fue identificada al salir al exterior. Los hechos ocurrieron el pasado 29 de noviembre. Los funcionarios del cuerpo de seguridad municipal fueron activados a las dos de la madrugada, ya que supuestamente en uno de los bares de la planta baja se celebraba una fiesta.

Al llegar al lugar, las patrullas escucharon voces y música procedente del interior del citado establecimiento. Ante esa situación, los policías locales empezaron a tocar en la puerta para que les abrieran. Sin embargo, nadie hizo caso a sus demandas. Después, los agentes acudieron a la parte alta del citado negocio, es decir, a la planta de aparcamientos exteriores del referido centro comercial, para verificar si la música se debía a personas que practicaban “botellón”, pero no hallaron a nadie en dicho espacio, por lo que volvieron al exterior del bar.

Cuando una de las personas sale al exterior desde el recinto, los funcionarios aprovecharon para hablar con el individuo investigado, que se identificó como encargado del local. A pesar de que los agentes continuaban oyendo las voces y la música, el individuo explicó que solo estaba él en dicho inmueble y que el ruido se debía a una amiga suya.

Cuando los policías locales le preguntaron por el uso que tenía el sótano, el hombre les respondió que se dedicaba al depósito de mercancías. Los integrantes del cuerpo de seguridad lo informan de que está obligado a cerrar el bar a las 23:00 horas por la normativa actual para evitar los contagios de covid-19. Tras permanecer en el lugar más de media hora, los agentes abandonaron el enclave, donde estuvieron acompañados por personal de seguridad privada.

Tras las gestiones efectuadas por los citados funcionarios, se supo que el citado bar tiene una licencia de apertura como “bar-churrería” y, de forma expresa, se prohíbe en el mismo la utilización de aparatos de música, actuaciones en vivo y cantar en el interior del local. Además, no colaboró con la autoridad, ya que, primero no abrió la puerta y, después, mintió sobre la permanencia de más personas en el sótano. Además, se visualizaron las imágenes de una cámara de vigilancia, que, en torno a las tres de la madrugada, captó la salida de, al menos, 14 personas del citado bar.

Desalojan una casa en Las Mimosas

La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife actuó en una fiesta en una casa abandonada de Las Mimosas con más de 10 personas, entre ellas tres menores (un chico de 16 años y dos chicas de 15). Además de imponer varias sanciones, una joven presentaba un importante estado de embriaguez por lo que fue derivada a un centro de salud por los agentes. En la fiesta, que se celebró hace días, se hallaron 30 gramos de polen de hachís y hachís. Tras proceder al desalojo del inmueble se dio parte a la autoridad judicial y a los progenitores de los menores. | E.P.