La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 38 años de edad, sin antecedentes policiales, propietaria de dos sex shops en Tenerife, como presunta autora de un delito contra la salud pública. Además, ha investigado a cuatro personas más en relación con estos hechos. En los establecimientos, ubicados en Arona y La Laguna, se distibuían presuntamente sustancias prohibidas, que tienen restringida su disposición al control médico, cuyo consumo podría ocasionar afecciones cardiacas.

Los agentes de la Policía Nacional tuvieron conocimiento de que establecimientos destinados a la venta de productos eróticos de la isla de Tenerife podrían estar dispensando sustancias prohibidas a sus clientes.

La investigación de los policías nacionales permitió concretarlos; dos sex shops pertenecientes a la misma persona, ubicados en las localidades de Arona y La Laguna. Los registros en los establecimientos, llevados a cabo por los agentes, permitieron intervenir 53 botes de popper, un compuesto químico en estado líquido que produce taquicardia, con un alto riesgo de intoxicación por la tolerancia que puede generar. Igualmente, en dichos registros fueron intervenidos en varios blister 57 comprimidos de sildenafilo, un compuesto químico en forma de pastilla para tratar la disfunción eréctil y que, ingerido sin control médico, podría causar diferentes afecciones cardíacas.

La propietaria de los establecimientos fue detenida por la Policía Nacional, dándose cuenta de todo lo actuado a la autoridad judicial competente a través del atestado realizado al efecto. Las actuaciones fueron realizadas por policías nacionales de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Sur de Tenerife.

E Disfunción eréctil. Por otra parte, un grupo de traficantes de cocaína al menudeo que usaba un bar en Albir-Alfàs del Pi (Alicante) para su actividad ilícita ha sido desarticulado en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil, en la que han sido detenidas seis personas e intervenidas también pastillas contra la disfunción eréctil. La investigación comenzó en junio pasado tras recibir tanto el instituto armado como la Policía Nacional diversas informaciones sobre la posible venta de drogas en ese bar, según un comunicado de ambos cuerpos. Esa actividad había empezado a generar una alarma social entre los vecinos de la zona debido a que, a pesar de las medidas restrictivas que se venían aplicando a los locales de ocio en el mes de junio por la crisis sanitaria de la covid-19, había una incesante afluencia, tanto de personas como de vehículos, en ese establecimiento a cualquier hora del día. En la intervención policial se registraron de forma simultánea ese negocio y dos domicilios, donde los agentes hallaron 140 gramos de cocaína, 270 pastillas contra la disfunción eréctil y 770 euros en efectivo. También aprehendieron dos vehículos de alta gama.