El movimiento de unos muebles durante una limpieza en el confinamiento dio a la Guardia Civil una importante pista sobre el posible paradero de José Delgado Naranjo, el taxista de 57 años que hace nueve meses desapareció en extrañas circunstancias. Su mujer, identificada como Rosi, encontró el celular de su pareja y lo puso en conocimiento del Instituto Armado. Ayer, meses después, los investigadores procedieron a detenerla a ella, a su hijo y a un hermano suyo por su supuesta relación con los hechos. Hoy está previsto que se excave en un terreno privado de El Palmar donde se sospecha que se encuentra el cuerpo.

La operación se inició a primera hora de la mañana. Los agentes acudieron a tres viviendas relacionadas con familiares de la pareja sentimental de José Delgado, una de ellas en San José del Álamo (Las Palmas de Gran Canaria) donde vive el hijastro del desaparecido y dos en los barrios terorenses de Guanchía -en la que residía el taxista- y El Palmar -propiedad de la familia de la arrestada-. En la primera de ella se llevó a cabo un registro rápido, de donde los funcionarios se llevaron material electrónico, según apuntaron familiares presentes en el operativo.

La inspección se centró durante la mañana en un chalet situado en la calle Lomo los Silos de Teror. Los investigadores volvieron a registrar el domicilio, como ya habían hecho en anteriores ocasiones, para tratar de localizar algún dato que pudiera aportar luz a la extraña desaparición. En esta vivienda fue donde Rosi encontró durante el estado de alarma el teléfono móvil de José Delgado. Al mover unos muebles, el aparato cayó al suelo, según indicó ayer Alba, nuera de la arrestada.

Esto afianzó una línea de investigación de la Guardia Civil, que desde el inicio habían enfocado parte de sus pesquisas en el entorno de la familia. No obstante, la desaparición el pasado 9 de diciembre sucedió sin un motivo justificado. José Delgado había comprado recientemente un coche a su mujer y se mostraba "muy ilusionado", como apuntó su compañero de licencia.