La próxima semana, entre el lunes y el jueves, se celebrará el juicio con Tribunal de Jurado contra el joven Ricardo Ortega, que el 23 de marzo del 2018 presuntamente asesinó a sus padres adoptivos y a su abuelo en el domicilio familiar, situado en la zona de Guaza, en el municipio de Arona. La Fiscalía solicita para el acusado 50 años de cárcel por las muertes del matrimonio y la prisión permanente revisable en el caso del octogenario, que fue el último que falleció.

La vivienda donde ocurrió el trágico suceso se halla en medio de la finca de plataneras propiedad de las víctimas en la calle Llanos de Guaza. A las tres de la madrugada, tras constatar que todas las personas con las que convivía estaban dormidas, Ortega fue a la cocina, se puso unos guantes de látex y cogió un cuchillo de 15 centímetros de longitud. Subió a la primera planta y entró en el dormitorio de la pareja.

En primer lugar, propinó a su padre un número considerable de puñaladas por toda la parte superior del cuerpo. La madre se despertó y, a continuación, el joven le provocó varias heridas de arma blanca en el pecho, para después cortarle el cuello. Cuando ya estaba tendida en el suelo, a los pies de la cama, su hijo adoptivo le dio la última puñalada por la espalda, según el escrito de calificación de la fiscal.

El abuelo se despertó al escuchar los gritos de su hija procedentes de la planta superior y comenzó a llamarla. Al comprobar que el octogenario se había despertado, el joven bajó de nuevo y, de forma sorpresiva, en la oscuridad de la noche, le asestó una puñalada en el pecho (que le provocó la muerte), le cortó el cuello y, además, le causó otras heridas de arma blanca en el tórax y el hombro izquierdo. Al igual que las otras dos víctimas, tampoco tuvo oportunidad alguna de defensa. El abuelo del único implicado necesitaba cuidados en su vida cotidiana, por las dolencias físicas que tenía y su avanzada edad. En el acusado concurre la agravante mixta de parentesco.

Según el escrito de la Fiscalía, el acusado deberá indemnizar a los herederos de los fallecidos con 360.000 euros, 120.000 euros por cada una de las personas fallecidas. Ricardo Ortega se encuentra en prisión desde el 26 de marzo del 2018. Aunque en un primer momento atribuyó los hechos a un supuesto ladrón, horas después confesó que él había sido el autor ante la Guardia Civil.