Calle Núñez de Balboa, Madrid, domingo 20:30. La música sale de las terrazas y en la calle hay gente que se concentra, se para e incluso baila, incumpliendo las normas en la hora del paseo . Alertados por un vecino llega la policía y aunque ya casi se han dispersado identifican a 13 personas. En ese momento surge una cacerolada contra el Gobierno y pidiendo libertad. Hay vecinos que interpretan que la policía quiso frenar la protesta política. Vox y Ciudadanos alientan esta teoría cargando contra el ministro del Interior. En twitter Abascal acusa a Grande Marlaska de utilizar a la policía "para reprimir las legítimas protestas del pueblo español". A Marcos de Quinto le preocupa "la inquietante actuación de Marlaska contra la cacerolada". Lo desmiente el sindicato policial Jusapol que defiende que se actuó por un problema de orden público, la fiesta. Ayer, lunes, a la misma hora la protesta se recrudece. Cientos de personas bajan a la misma calle con cacerolas y muchas ni circulan, ni guardan las distancias de seguridad. La policía vigila pero esta vez decide no intervenir ante unos hechos que ya se extienden a otros barrios de Madrid.