Miembros de la Policía Local de La Laguna denunciaron a un hombre de 34 años de edad que, a plena luz del día, realizaba una pintura en la fachada de una vivienda catalogada del casco histórico. Para realizar la pintura, el ciudadano, de nacionalidad francesa, utilizaba un pincel y pintura de color negro.

Los hechos ocurrieron durante la tarde del pasado martes en una edificación del siglo XVII situada en la céntrica calle Núñez de la Peña, en el tramo comprendido entre las calles Herradores y Manuel de Ossuna.

La sala de comunicaciones del cuerpo de seguridad municipal recibió un aviso en el que se informaba de que una persona pintaba un dibujo entre una de las ventanas y la puerta principal del inmueble. Hasta el lugar acudió en primer lugar un motorista de la Policía Local, que comprobó que un individuo se hallaba agachado y realizaba un dibujo en la fachada, para lo que utilizaba un pincel y la pintura negra que tenía en un bote de cristal.

Hasta el citado enclave llegaron segundos después otros dos funcionarios policiales. En ese momento resultó imposible identificar al mencionado varón que realizaba los daños contra el patrimonio arquitectónico, ya que se encontraba indocumentado.

Los agentes municipales se entrevistaron con el propietario de la casa histórica, un ciudadano de 88 años que reside en las proximidades. Este vecino aseguró que la vivienda figura en el Catálogo Histórico y que data del siglo XVII. Los policías locales lo informaron de los pasos a seguir ante la mencionada circunstancia.

El presunto autor de la pintura fue trasladado hasta las dependencias de la Jefatura de la Policía Local. Desde ese lugar, los funcionarios contactaron con un amigo del individuo, en cuyo domicilio se aloja de forma temporal. Dicha persona llevó el pasaporte del hombre de origen francés a la sede del cuerpo de seguridad.

El pintor fue identificado como R.D.B y los policías le requisaron el pincel y la pintura.

De forma periódica, agentes municipales de La Laguna intervienen con individuos que realizan atentados contra bienes de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. En algunos casos, las acciones no llegan a ser pinturas ni grafitis, sino solo firmas repetidas en diversos enclaves del área metropolitana para demostrar que un determinado individuo estuvo por allí.