Efectivos de la policía judicial de la Guardia Civil detuvieron durante el pasado fin de semana a un hombre de origen sudamericano por su presunta participación en la muerte violenta ocurrida en la madrugada del pasado 3 de julio en el garaje de un edificio ubicado en el núcleo granadillero de San Isidro.

Según los datos a los que ha tenido este periódico, el arrestado no es familiar de la víctima, un taxista de 64 años de edad cuyo cuerpo sin vida fue localizado junto a un turismo de su propiedad que no era el taxi con el que trabajaba el fallecido. Las diligencias siguen bajo secreto judicial y aun no se han descartado otras detenciones: una de las hipótesis que manejan los investigadores es la participación de varias personas en el crimen. Sobre todo, porque tras producirse la muerte hubo un periodo de tiempo que se empleó para hacer desaparecer pruebas.

En este sentido, el autor o los autores del ataque limpiaron la zona con lejía y borraron el rastro de algunos golpes que el fallecido tenía en varias zonas de su cuerpo. Incluso, en las pruebas forenses se observaron partes del cuerpo que habían sido quemadas.

Los agentes de la policía judicial que se desplazaron en un primer momento al subterráneo del número 41 de la calle Los González de San Isidro apreciaron que la víctima presentaba numerosas contusiones en zonas vitales -cabeza, cuello, estómago y rostro-, así como heridas compatible con la utilización de un arma blanca. Detenido, que permanece en dependencias de la Guardia Civil, será conducido ante la autoridad judicial en las próximas horas.