Trucos para superar una oposición tipo test

Si quieres ir más seguro a tu próxima prueba, no dudes en seguir estos consejos

Un grupo de personas durante un examen

Un grupo de personas durante un examen

El Día

El Día

Si te estás preparándote una oposición, probablemente hayas buscado mil y un trucos para superarla. Hay quienes deciden destinar años de su vida para ir a las pruebas totalmente preparados, quienes hacen test sin parar como si se estuvieran preparando para el examen de conducir o, incluso, quienes hacen uso de reglas mnemotécnicas que les permitan retener toda la información posible.

Por mucho que se estudie, siempre queda esa sensación de haber podido hacer algo más, ya que los nervios previos a una prueba que marcará el futuro laboral es difícil quitarlos por muy preparado que se esté.

Si quieres asegurarte que superarás el examen, te dejamos algunos trucos que te ayudarán el día de la prueba para que la superes con éxito.

Trucos para aprobar un examen tipo test

Hacer simulacros

Hacer simulacros es una buena práctica para ir preparado a un examen de este tipo, sobre todo si te preparas como si estuvieras realmente en el examen: en una habitación en silencio, sin apuntes ni móvil, y con el tiempo que tendrás el día de la prueba. Esto te ayudará a saber lo que vivirás el día de la oposición.

Leer bien

Aunque parezca obvio, muchas veces los nervios nos juegan una mala pasada y, en esto de los exámenes, tenemos que ir con mucho cuidado. Por ello, no solo debes leer bien cada pregunta, sino también las instrucciones de las pruebas. Ten en cuenta que es imprescindible que sepas el tiempo que tienes, si las preguntas mal restan, si es respuesta simple o múltiple... Tener claras todas estas cosas te ayudarán en tu objetivo.

Responder primero a las preguntas fáciles

Todos los exámenes cuentan con un tiempo limitado para hacerlo. En muchas ocasiones, si haces cuentas, verás que solo tienes un par de minutos para responder a cada una de las preguntas. Por ello, no vale la pena atascarse al inicio en una. Lo más efectivo es que respondas primero las más fáciles para que, en una segunda ronda, puedas detenerte en las que más te cuesten.

¿Responder a todo?

A menos que seas un hacha y estés seguro de que todas o la mayoría de las respuestas que has dado son correctas, no podemos decirte un sí o no rotundo a si responder todo en una prueba tipo test. Antes de esto tienes que analizar muy bien las instrucciones. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Puedes dar con tres situaciones en los test: primero, si los fallos no restan, responde a todo. Al menos tendrás probabilidades de acertar la pregunta. Segundo, si las preguntas erróneas y sin responder restan en la misma proporción, también podrás arriesgarte, puesto que, igualmente, si la dejas en blanco te restarán. Y, por último, el tercer caso, las incorrectas restan, pero las que quedan en blanco, no. En este caso, te recomiendo que hagas cuentas y pienses un poco cuánto te puedes arriesgar.

Descartar opciones

Aunque esta práctica no es 100% fiable, ten en cuenta que, en ocasiones, podrás usar el descarte para acertar la respuesta correcta. Así, aunque no te sepas la respuesta podrás acertarla si descartas aquellas que tienes más claro que no pueden ser.

Repasar

Una vez que hayas terminado el examen -y si todavía te queda tiempo- es muy importante que repases tus respuestas por si detectas algún error. A veces, aunque tengamos la respuesta clara podemos equivocarnos al señalarla en la hoja. Además, al repasar, podrás calcular cuántos aciertos seguros tienes y si puedes o no arriesgarte en alguna más.