Amós García aboga por retirar la mascarilla de forma responsable en Canarias

El experto cree que se podrá prescindir de su uso en farmacias, residencias y hospitales, siempre que se proteja a los vulnerables

Personas con mascarillas en una imagen de archivo. | | JUAN CASTRO

Personas con mascarillas en una imagen de archivo. | | JUAN CASTRO / Yanira Martín

Cuando la evolución de la pandemia de coronavirus comenzó a ser cada vez más favorable en España, empezó a flexibilizarse el uso de las mascarillas. Primero desaparecieron de los espacios exteriores por ser los lugares que entrañan un menor riesgo de contagio de infecciones respiratorias. Después, llegó el momento de eliminarlas de las zonas interiores, salvo en los medios de transporte públicos, donde dejaron de ser obligatorias el pasado febrero. Ahora, el Ministerio de Sanidad baraja prescindir de su utilización en los únicos escenarios en los que continúan siendo indispensables: los centros sanitarios, las residencias y las farmacias.

 «En estos momentos hay que seguir recuperando la normalidad y, en espacios como las farmacias, ya es posible dejar de utilizar mascarillas. Lo mismo sucede en los centros de salud y los hospitales, a excepción de los ámbitos asistenciales donde se trabaje con población muy vulnerable», valora el doctor Amós García Rojas, jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.

Debate

Tal y como anunció el pasado viernes el ministro de Sanidad, José Miñones, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se reunirá a finales del presente mes para debatir sobre este asunto. No obstante, la decisión final la tomarán los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Según Miñones, España está más cerca de un uso recomendado de este recurso que de un uso obligatorio, si bien se declaró partidario de su utilización para proteger a las personas más vulnerables. 

«En estos momentos hay que seguir recuperando la normalidad», dice el especialista

Pero, ¿sería recomendable dejar de utilizar también las mascarillas en los centros sociosanitarios? A juicio de Amós García no habría inconveniente, siempre y cuando se tenga en cuenta la situación de cada persona. «Si un residente sufre un cuadro clínico grave o está muy débil, por ejemplo, todos los trabajadores que lo atiendan deberán estar con mascarilla. Por tanto, lo importante es reforzar la idea de que tendrá que seguir utilizándose en determinados momentos», apunta. 

Precisamente, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (Ceaps) reclamó este lunes la retirada inmediata de la mascarilla en las residencias de mayores, tanto para el personal como para las visitas. Para la patronal, la medida «ya es innecesaria», por lo que lamenta que España sea, junto con Eslovaquia, Finlandia, Austria e Italia, una de las cinco naciones que aún no ha actualizado el protocolo en estos espacios. 

Hay que recordar que el pasado mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia sanitaria por el Covid-19. A pesar de esto, el responsable de la sección de Epidemiología y Prevención insiste en la importancia de no olvidar recurrir a la mascarilla siempre que sea necesario. «Sin duda, ha sido uno de los elementos esenciales junto con la vacunación. Es cierto que el SARS-CoV-2 se está convirtiendo poco a poco en una patología más de las múltiples que conviven con nosotros, pero esto no se puede traducir en una falta de solidaridad con las demás personas», remarca.

En este sentido, el profesional hace hincapié en la necesidad de utilizar el recurso ante el más mínimo síntoma de infección respiratoria. «Simplemente, se trata de poner en práctica todo lo que hemos aprendido», recalca. 

El doctor resalta la importancia de tener en cuenta la situación de cada persona

En cuanto a la vacunación, el epidemiólogo asegura que continuará siendo indispensable. Sin embargo, todo apunta a que se convertirá en una campaña estacional –como ocurre con la de la gripe– que se dirigirá solo a una población diana en concreto. «Parece que eso es lo que sucederá en el futuro. Lo más importante de todo es proteger a las personas que pueden sufrir cuadros graves de la enfermedad por su edad o sus circunstancias», precisa el especialista. 

Asimismo, recuerda que el lavado de manos sigue siendo un arma muy potente para impedir la transmisión de numerosas patologías respiratorias transmisibles. «Solo espero que las buenas costumbres que hemos adquirido se queden en nuestra sociedad para siempre», sentencia el experto. 

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