Detectan tres líneas de basura marina al sur de Tenerife y de Gran Canaria

Científicos de la ULPGC y Aalborg identifican áreas de acumulación de plancton y microplásticos de hasta 10 kilómetros que amenazan a tortugas y cetáceos

Tortuga atrapada en una red de pesca hallada en una línea de basura en la ZEC en Teno-Rasca (Tenerife).

Tortuga atrapada en una red de pesca hallada en una línea de basura en la ZEC en Teno-Rasca (Tenerife). / IMPLAMAC

Investigadores de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y de Aalborg en Dinamarca, han localizado tres zonas al sur de Tenerife y de Gran Canaria donde se forman «líneas de basura» de hasta diez kilómetros de longitud, en las que se acumulan una alta concentración de microplásticos con plancton -larvas de peces y plantas marinas-, una mezcla que pone en peligro a los animales que se acercan a alimentarse y se quedan atrapados en redes y cabos, fundamentalmente tortugas, cetáceos e incluso aves.

El estudio es fruto de la campaña realizada en 2021 por el grupo de Ecofisiología de los Organismos Marinos (EOMAR) del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas marinos (IU-Ecoaqua) de la ULPGC, junto con los investigadores daneses, desde Alegranza hasta La Gomera, y se enmarca dentro del proyecto Implamac del programa Interreg MAC 2014-2020, cofinanciado con fondos FEDER. Durante dos semanas chequearon la presencia de microplásticos flotantes y la abundancia de zooplancton en 15 puntos del archipiélago canario a bordo del velero Windfall.

«Vimos unas líneas de deriva, donde se acumula en general los microplásticos, pero también la macrobasura porque encontramos muchas boyas de pesca abandonadas, por ejemplo. En ellas habían tortugas marinas enmalladas, algunas las pudimos rescatar, pero otras estaban muertas», indicó Alicia Herrera, una de las investigadoras que participa en el proyecto Implamac, junto con Alex Campillo, Rodrigo Almeda, Ico Martínez, May Gómez y Alberto Navarro, todos del grupo EOMAR de la ULPGC, además de Alvise Vianello por parte de la Universidad de Aalborg.

Biodiversidad

El trabajo permitió detectar tres grandes líneas de acumulación de basura, dos en el sur de Gran Canaria, y otra en el sur de Tenerife, que coinciden con las zonas de especial conservación (ZEC) de Mogán y Teno-Rasca, respectivamente. Se trata de zonas que albergan una gran biodiversidad que se está viendo afectada por la contaminación plástica, especialmente por las redes de pesca, las boyas a la deriva y la ingestión de microplásticos.

Alicia Herrera señaló al respecto que estas zonas engloban el 8% de la superficie del mar, pero concentran el 90% de la basura. «Lo importante de esta campaña es que hemos determinado que la basura se acumula en estas líneas de derivación, se forman por acción del viento fundamentalmente, y no solo concentran la basura, sino también el zooplancton y las larvas de peces. Eso hace que las tortugas y otras especies marinas vayan ahí a buscar alimento, lo mismo que otros organismos que se alimentan de plancton, y el riesgo de enmallamiento, de enredos, de asfixia, es muchísimo mayor».

Las zonas ZEC tienen una importancia significativa para la protección de los organismos marinos, algunos de ellos protegidos como especies vulnerables o en peligro de extinción, como la tortuga boba (Caretta caretta), la tortuga verde (Chelonia mydas), el delfín mular (Tursiops truncatus), el delfín común (Delphinus delphis), el delfín gris (Grampus griseus), el calderón tropical (Globicephala macrorhynchus), el cachalote (Physeter macrocephalus) o la pardela cenicienta (Calonectris borealis). Todos estos animales son vulnerables a este tipo de contaminación, al enredarse, asfixiarse o ingerir gran cantidad de microplásticos.

Con los datos del estudio en la mano, los investigadores señalan la necesidad de hacer campañas puntuales de limpieza en las tres áreas más afectadas por la contaminación. «Si tuviéramos que focalizar los esfuerzos en la limpieza o incluso en el rescate de tortugas marinas y otras especies, deberían hacerse en esas líneas, de ahí la importancia de este proyecto».

La investigadora del IU-Ecoaqua adelantó que el siguiente objetivo científico sería un proyecto encaminado a identificar por satélite o por radar dichas líneas de basura marina. «A partir de estos resultados, el objetivo próximo es intentar identificar antes donde están las líneas, porque estás nos las encontramos accidentalmente, para acercarnos a muestrear o hacer actividades de limpieza y de rescate», señaló Alicia Herrera.

La bióloga y doctora en Oceanografía de la ULPGC señaló que los animales más afectados por dichas líneas rojas de contaminación son las tortugas, cetáceos, peces e incluso aves marinas. «En general, la contaminación por plásticos afecta a todos los animales, pero en estas líneas de deriva los que más sufren son, sobre todo las tortugas».

Los resultados del estudio Búsqueda de zonas de acumulación de microplásticos flotantes en las Islas Canarias, han sido publicados en la prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin, donde los autores indican que los esfuerzos de estudio, limpieza, y rescate de fauna marina en aguas de Canarias deberían centrarse en los tres puntos detectados.

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