Cáncer de mama | Búsqueda de voluntarios

Una inyección de vida

El voluntariado de la Asociación del Cáncer de Mama se centra en solucionar gestiones

o acompañar a las pacientes a las citas médicas para que sobrelleven mejor el proceso

De izquierda a derecha, Magaly Núñez, Carmen Bonfante y Silvia Orta, integrantes de Ámate.

De izquierda a derecha, Magaly Núñez, Carmen Bonfante y Silvia Orta, integrantes de Ámate. / María Pisaca

Michael Valdivia

La Asociación de Cáncer de Mama de Tenerife reclama más voluntarios que puedan aportar su ayuda a las pacientes que están atravesando la enfermedad. Cualquier persona, desde abogados, peluqueros o jubilados, es válida para unirse a la causa de forma altruista. El objetivo de Ámate es apoyar a las usuarias con servicios psicológicos y oncológicos, además de informar sobre el cáncer y su impacto en la salud.

Acompañar. Ese es el término que las personas con cáncer más necesitan en el transcurso de su enfermedad. Ámate, la asociación de afectadas por el cáncer de mama de Tenerife, busca nuevos voluntarios que quieran formar parte de su labor de apoyo. Según datos ofrecidos por la entidad, 1 de cada 7 mujeres padecen este tipo de cáncer y, en el caso de los hombres, 3 de cada 100 son diagnosticados con esta enfermedad. La Seguridad Social no siempre puede abarcar todos los puntos necesarios de las personas enfermas, por lo que ahí es donde actúa Ámate. Brindar servicios como las sesiones con psicólogos o la atención en estética oncológica arropan a las usuarias que soliciten una ayuda extra.

Una inyección de vida

Magaly Núñez / Michael Valdivia

Los voluntarios, vitales

El voluntariado es el pilar fundamental de cualquier asociación. Sin ellos, los engranajes no funcionan. En Ámate no iba a ser menos. La asociación se encuentra en la búsqueda de nuevas personas que quieran unirse a ellos para colaborar en diferentes tareas de forma altruista. Desde dar charlas en centros educativos y empresas sobre la detección precoz del cáncer hasta acompañar a pacientes a sus consultas con el oncólogo.

Una inyección de vida

Silvia Orta / Michael Valdivia

Las actividades en las que pueden aportar su granito de arena son infinitas. Cualquier persona de cualquier edad puede ser voluntaria, ya que no hay un perfil concreto. A la persona interesada se le realiza una entrevista inicial y para acomodarlo en determinadas actividades dependiendo de sus gustos o preferencias. Eso sí, un requisito que piden es que sepan expresarse. «Lo que sí intentamos pedir es que no tengan problemas a la hora de comunicarse porque realizamos muchas charlas y eventos en los que es necesario comunicar», explica Magaly Núñez, trabajadora de la asociación tinerfeña.

Una inyección de vida

Carmen Bonfante / Michael Valdivia

Voluntarios de varias ramas

La corporación cuenta con voluntarios de distintas ramas profesionales, como psicólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, pedagogos e incluso peluqueros, camareros, jubilados o abogados, entre otros. De todos los sectores. Desde Ámate reivindican la importancia de colaborar, ya sea de manera habitual o puntual. «Hay personas que están ocupadas con situaciones personales, cuidando a familiares enfermos, pero siempre se puede colaborar un día», asegura Núñez. Cuando una paciente llega a la asociación recién diagnosticada y está en shock por recibir esa noticia, hacen piña y comparten experiencia hablando sobre cuándo y cómo padeció el cáncer cada una. La satisfacción es el sentimiento principal que destaca Carmen Bonfante, presidenta y voluntaria de Ámate, al formar parte del voluntariado. «El agradecimiento de la gente es la gasolina de mi vida porque yo me levanto cada día buscando que alguien nos diga gracias o nos sonría», comenta con entusiasmo.

Una inyección de vida

Fátima Polegre / Michael Valdivia

Servicios necesarios

En palabras de la presidenta, «la asociación surgió para darle a la sociedad lo que me faltó a mí hace 20 años». Cubrir ese hueco que existe era primordial para su fundadora y gracias a las ganas que puso en el proyecto, hoy en día puede proporcionar, de manera gratuita, servicios. También pelucas o bañadores. La labor es fundamental para muchas personas porque el Estado no puede llegar a todo debido a la falta de infraestructuras para ello. El abanico de ayudas que ofrecen están especializados en oncología y entre ellos está el servicio de trabajo social donde ofrecen información, valoración y orientación. Acompañar a la paciente en todo el proceso y también resolver dudas de tipo laboral o sobre cómo pedir el grado de discapacidad. Los integrantes de la asociación se dan cuenta de la enorme cantidad de dudas con las que llegan los usuarios, algo que ellos se centran en solucionar. Por otro lado, la psicología, fisioterapia y estética oncológica junto al área de deporte complementan el colchón de servicios gratuitos que otorga Ámate. La vida saludable y la movilidad son aspectos que benefician durante el proceso de la enfermedad.

En el caso de que la persona quiera hacerse socia, dispondrá de más ayudas diversas. «Tenemos convenios con odontólogos, podólogos, abogados y demás de los cuales las personas socias se pueden beneficiar y, además, podrán acudir a talleres que se hacen de forma interna en la asociación», comenta Magaly Núñez. La asistencia no solo se centra en la propia persona enferma, sino que se extiende hacia sus familiares. El apoyo emocional es un recurso que la entidad ofrece de forma gratuita para que el entorno del usuario sobrelleve mejor esa situación traumática.

Las dudas, la tónica general

Uno de los pilares que sostienen Ámate son los trabajadores sociales. Son los encargados de gestionar aquellos trámites que durante la enfermedad quedan arrinconados. La búsqueda de empleo es un ejemplo de ello, ya que a veces se encuentran con limitaciones y algunas personas se quedan desprotegidas cuando cogen las bajas. Dudas sobre si es posible que las despidan del trabajo o si pueden incorporarse a su puesto laboral estando en pleno tratamiento de radioterapia o quimioterapia son las más comunes. «Muchas personas no cuentan con apoyo familiar o con amigos y ahí entramos nosotros para organizar los acompañamientos, como a consultas médicas o gestiones administrativas», comenta Silvia Orta, trabajadora social de la asociación. Su labor no solo incluye la atención a pacientes, sino que también se encarga de hacer las entrevistas iniciales para valorar al paciente a nivel de la enfermedad, económico, familiar, laboral o si cuenta con redes de apoyo. Estudiar la situación de la persona es primordial para saber qué servicios ofrecerle.

La labor de estos profesionales tiene un papel importante. Cuando las usuarias acuden a la entidad, la desinformación es una de las mayores carencias junto al mal estado psicológico. «Lo que pretendemos principalmente es tratar esa parte y, dependiendo del proceso y las dudas que vayan surgiendo, resolverlas», declara Orta. Las competencias abarcan más allá de la atención a pacientes. La trabajadora social también se dedica a impartir charlas de detección precoz de cáncer de mama donde se informa sobre cómo se realiza una autoexploración o cuáles son los síntomas que pueden alertar sobre la presencia de la enfermedad.

La vivencia de Fátima Polegre

Cuando a Fátima Polegre le detectaron un cáncer de mama hace casi dos años, le dijeron que contactara con la Asociación Española Contra el Cáncer pero nadie le cogió el teléfono. Es entonces cuando decidió acudir a Ámate, donde le ofrecieron todos los servicios de los que podía beneficiarse. Estas ayudas colaboran en el proceso de digerir la noticia y gestionar los sentimientos porque, según la paciente, «los oncólogos se centran sólo en combatir el cáncer, pero no te explican lo que te va a suceder, los efectos secundarios o no te preguntan cómo te sientes». Tranquilidad es la palabra con la que Polegre define la atención en la asociación. «Me sentí arropada y bastante tranquila y me ha ayudado a llevarlo bien», afirma.

Estética oncológica

En el caso de estética oncológica, por ejemplo, es muy importante la atención que les brindan después de la quimioterapia porque las uñas de los pies de la persona enferma se tornan negras e incluso, sangran. Por ello, los profesionales les indican cómo mantenerlas y evitar la caída. Uno de los mayores miedos de los enfermos de cáncer es perder el cabello. «A nivel psicológico, también te van calmando y diciendo que la caída del pelo es normal y que volverá a crecer», aclara la usuaria. No solo se centran en estas cuestiones, sino que desde la corporación también recomiendan qué cremas deben usar para curar sus cicatrices y qué tipo de gimnasia deben hacer para mejorar su movilidad. «Me costaba incluso subir las escaleras de mi casa y gracias a esos ejercicios lentos que te enseñan te vas recuperando», asegura.

En el proceso de compartir la vivencia del cáncer con las compañeras, Polegre se desmarcó. «Yo me abrí con mis compañeras casi al final de la etapa porque yo quería vivir mi cáncer y no me apetecía que me dijeran todas las cosas que podían pasar porque es como un embarazo», explica. Cada persona lo vive de una manera distinta y los síntomas no son iguales en cada enfermo dependiendo del cáncer o tumor que padezca.

La prevención es la clave

Una de las tareas que los médicos recomiendan a todas las mujeres es la auscultación. Palpar sus pechos es una técnica para descubrir algún posible bulto que pueda existir en las mamas. Una primera inspección visual es fundamental para observar un posible cambio en el tejido mamario. El siguiente paso es palpar, con las yemas de los dedos, los senos. De esta forma, se ejercerá diferentes niveles de presión con los dedos. Sin embargo, lo más eficaz es acudir con cita de forma regular al médico para realizar exámenes periódicos y asegurar un diagnóstico.

Próximos eventos

Ámate realiza diferentes eventos al año para recaudar fondos con los que poder financiar sus proyectos. El XVI Desfile Benéfico tendrá lugar el próximo día 15 de abril en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife. En él, 60 mujeres con cáncer de mama desfilarán por una pasarela donde habrá un despliegue importante de voluntarios. “Demostrarán que sí se puede y estarán acompañadas por sus familias y amigos”, cuenta ilusionada la presidenta, Carmen Bonfante. Por otro lado, la Travesía a Nado en la playa de Las Teresitas es otro de los eventos más reconocidos de la asociación y se celebrará en el mes de octubre. Las citas más recientes tuvieron lugar el pasado viernes 17 y sábado 18 con las Jornadas de Oncología en el Hotel Iberostar Grand Mencey de la capital tinerfeña.

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