La delegación en Santa Cruz de Tenerife de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) financia con 88.000 euros un proyecto de investigación en el que una joven tinerfeña, graduada y máster en química, estudiará la manera en que los fármacos que se aplican contra el cáncer de colon actúen solo en las células enfermas y no en las sanas, con el objetivo de reducir o minimizar los efectos secundarios. Así lo explicó este martes la beneficiaria de esta ayuda, Yaiza Pérez, en el acto de presentación de esta experiencia en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología de la Universidad de La Laguna (ULL), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas(CSIC).

En el evento de presentación de la iniciativa estuvieron el presidente provincial de AECC, Andrés Orozco; el consejero provincial de esta institución, Antonio Martinón; el director del Instituto de Productos Naturales, Juan Ignacio Padrón Peña, así como los investigadores Juan Ramón Hernández y Romen Carrillo Fumero, quien, además, ejerce como director de la tesis a la beneficiaria de subvención.

Yaiza Pérez recibirá 22.000 euros durante los cuatro años que se prolongará su investigación. Para obtener este respaldo económico, presentó su idea en la convocatoria realizada por la Asociación Española Contra el Cáncer y en mayo se seleccionó su proyecto para ser financiado. El contrato se firmó en junio y, desde entonces, realiza su trabajo en este campo.

Yaiza Pérez, investigadora del CSIC.

Yaiza Pérez, investigadora del CSIC. P. Fumero

Esta científica recuerda que el cáncer se produce "porque en ciertas células se registran una serie de mutaciones, que hacen que no funcionen como deberían y comiencen a dividirse de manera rápida y descontrolada, que es lo que se conoce como tumor". Apunta que, al final, el cáncer está integrado por células que están "enfermas" y los principales tratamientos que existen para tratarlo no diferencian entre las células sanas y las tumorales. De esa manera, los fármacos también inciden en las células sanas, como las de la piel o las de la sangre, por lo que se generan los efectos secundarios que normalmente se aprecian en los pacientes tratados con quimiterapia.

Apunta que el objetivo "de este proyecto es, precisamente, investigar sobre nuevos fármacos capaces de diferenciar entre las células tumorales de las sanas, actuando de forma selectiva en las primeras". Su trabajo se basa en que en algunos tipos de cáncer de colon existe una mayor producción de una enzima, que cataliza una reacción química en nuestro organismo en la que se genera mayor sulfuro de hidrógeno en las células enfermas que en las sanas.

Apunta Yaiza que "nosotros hemos pensado en fabricar moléculas capaces de reaccionar con este sulfuro de hidrógeno, generando un fármaco para el cáncer", de tal manera que el producto se libere y actúe en las células enfermas y afecte lo menos posible a las sanas. Y, de esta manera, se busca reducir los efectos secundarios.

Andrés Orozco, presidente de la AECC

Andrés Orozco, presidente de la AECC P. Fumero

El director del Instituto de Productos Naturales y Agriobiología comentó que la realidades como la pandemia por el covid-19 o la erupción en La Palma ponen en evidencia que la investigación resulta "fundamental para seguir avanzando" y que, sin ella, "no hay futuro". En opinión de Juan Ignacio Padrón, "tenemos gente valiosa", pero lo que hace falta es dinero para que desarrollen proyectos que permitan lograr descubrimientos valiosos para la sociedad.

Para Andrés Orozco, "investigación es vida" y cuanto más dinero se dedique para frenar o retrasar las enfermedades oncológicas, mejor. Comentó que la Asociación Española Contra el Cáncer es la que más fondos destina al estudio de nuevas respuestas contra el desarrollo de estas patologías. En la actualidad, la AECC respalda 525 proyectos, gracias a la aportación de 95 millones de euros.

Admitió que "eso en investigación no es nada" y que "el cáncer necesita muchos más recursos". Además, atribuyó a Antonio Martinón el mérito de que se concedan ayudas a la investigación en Tenerife, donde los dos requisitos fundamentales consisten en que se desarrolle la investigación y se desarrolle el posible resultado.

El próximo 22 de septiembre se volverá a abrir la convocatoria para financiar un nuevo proyecto. En esa ocasión, una de las intenciones de la AECC en la provincia será que los estudios se centren en patologías oncológicas minoritarias o no tan frecuentes. Como ejemplo puso el cáncer infantil, del que existe muy baja incidencia, pero sobre el que hay muy poca investigación.

Juan Ramón Hernández afirmó que "la ciencia es una rueda muy pesada que hay que empezar a mover años antes de obtener los resultados". "Aplaudo a la Asociación Española Contra el Cáncer en Santa Cruz de Tenerife que esté apostando por mover la rueda de la ciencia aquí en Canarias, porque lo necesitamos", señaló este profesor universitario.

A juicio de Romen Carrillo, no es factible que un único investigador en solitario pueda lograr avances en la lucha contra el cáncer, "ni ahora ni desde hace mucho". Apuntó que resulta clave un equipo de investigación, "que es una trayectoria, una experiencia, un modo de enfocar los problemas". Añadió que, "por eso es tan importante que los investigadores se vayan moviendo a diferentes grupos, porque van adquiriendo otro tipo de pensamiento y experiencias".

Carrillo incidió en que la financiación es muy importante. "En España la ciencia siempre se ha dejado, tradicionalmente, a un lado; afortunadamente tenemos iniciativas como las de la AECC, que tanto a Yaiza como a Juan Ramón y a mí mismo, yo fui beneficiario de una ayuda en el pasado; creo que complementa muy bien ante la carencia de fondos que hay en España". No obstante, advirtió de que "eso no quita que nosotros, como investigadores y ciudadanos, tengamos que exigir a los gobiernos y a los responsables que apoyen la investigación, no solo en cáncer, sino en cualquier otra cosa, porque, además, en ciencia no sabemos de dónde pueden venir los nuevos descubrimientos". Según Carrillo, "si España ya está mal, Canarias ya es casi tercermundista en ese aspecto".

"La ciencia desde fuera se ve como algo individualista o muy aislado", dijo Hernández, quien, a continuación, expuso que en la actividad científica, "cuanto tenemos un entorno rico, la interacción es lo que nos hace mejores". Se refirió a la importancia de conversar con otras personas, de donde surgen ideas u otras perspectivas. Aclaró que eso pasa en todos los ámbitos, "desde un mecánico de coche hasta un electricista o hasta nosotros los científicos".

"Trabajar en entornos científicos ricos es lo que nos da una ciencia de calidad y todo eso" contribuye a lograr el objetivo, apuntó Juan Ramón Hernández. En esa línea, opina que si se trabaja de forma individual, es posible que se llegue a lograr el mismo objetivo, pero, por ejemplo, después de 40 años, mientras que si se trabaja en equipo tal resultado se pueda obtener en cinco.

Indicó que la Asociación Española Contra el Cáncer no solo es un instrumento de financiación, sino también es una red de conexión. "Si yo quiero saber de alguien que haga algo en cáncer, ¿a dónde voy a ir primero?, a la gente que está financiada por la Asociación, porque no solo es un nodo de gente que trabaja en cáncer, sino que tiene una rigurosidad, una calidad máxima".