Llega el verano y el buen tiempo se asienta, aún más, en Canarias. Las medusas, o aguavivas, hacen su aparición con más frecuencia en las playa y zonas de baño de las Islas, provocando por ello el cierre de éstas. Y es que la presencia de estos animales marinos es cada vez más frecuente debido al aumento de la temperatura del agua del mar. De este modo, las medusas se adueñan de las playas, convirtiéndose así en un problema cada vez mayor en las costas canarias.

Las medusas son seres primitivos que han poblado los distintos mares y océanos desde hace millones de años. En el caso del Archipiélago canario, su situación geográfica favorece precisamente la aparición de una gran diversidad de especies marinas, incluidos estos organismos. Es por esto que la llegada de estos seres a las costas debe considerarse como un fenómeno natural, aunque su llegada, muchas veces en grandes masas, tiene repercusiones nocivas en la pesca y en la salud de la población, entre otras problemáticas. Asimismo, su presencia genera situaciones molestas e insalubres debido a la descomposición en la arena de grandes masas de materia orgánica, crea también alarma social, y, por ende, consecuencias negativas sobre la actividad turística. 

No obstante, hay que saber que realmente las medusas no pican con el fin de atacar, sino que lo hacen cuando de forma accidental las personas contactamos con sus tentáculos, los cuales cuentan con miles de células urticantes llamadas cnidocistos que contienen un veneno que al contacto con un cuerpo extraño, provoca que las células se disparen y es esto lo que origina la “picazón”. 

El Gobierno de Canarias, ha considerado oportuna la elaboración de un programa de alerta y vigilancia ante la presencia de Proliferaciones de Organismos Gelatinosos nocivos (POGs) en las costas canarias, con el objetivo de conocer y difundir más información sobre estos fenómenos.

Estas son las principales especies de medusas presentes en las aguas canarias y el grado de peligrosidad de su picadura:

1. Medusa común o aurita

Aurelia aurita

Medusa común o aurita. infomedusa.es

Umbrela en forma de plato, de hasta 25 cm de diámetro. Medusa traslucida, con gónadas violetas agrupadas en 4 círculos en el centro en forma de herradura. Desde el manubrio, 4 largos brazos orales se extienden, y muchos tentáculos marginales cortos rodean la umbrela.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad baja. Las lesiones que provoca son muy poco dolorosas.

2. Medusa de compases

Chrysaora hysoscella

Medusa de compases. NATURAMEDITERRANEO

Umbrela de color blanco-amarillento, alcanzando 30 cm de diámetro. El manubrio presenta 4 brazos orales que pueden alcanzar 1 m de longitud. La parte superior de la umbrela presenta 16 bandas en forma de V de color marrón, que va desde el centro de la umbrela hasta el margen, donde ha 24 tentáculos largos y finos, en grupos de tres.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad alta. Sus picaduras causan inicialmente picor y quemazón e inmediatamente después la aparición de lesiones eritematosas y edema, produciéndose habones que pueden tardar tiempo en desaparecer. 

3. Medusa huevo frito

Cotylorhiza tuberculata

Medusa huevo frito. PEXELS

La umbrela, plana excepto en el centro, entre 20 y 35 cm de diámetro y de color amarillo-marrón, con un tono rojizo-naranja en el centro. Brazos orales cortos que presentan en su extremo apéndices con forma de botón. Tentáculos blancos con extremos azul-violeta.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad baja. La capacidad de producir picadura es limitada, en parte debido a la escasa longitud de sus tentáculos; cuando ocurre, los efectos son muy leves, no pasando de la irritación de la piel y picor. A no ser que exista una reacción de tipo alérgico, no requiere atención médica.

4. Medusa luminiscente 

Pelagia noctiluca

Medusa luminiscente. infomedusa.es

Color rosado y malva brillante. Umbrela semiesférica que puede llegar a medir entre 5 y 20 cm. Con 4 robustos tentáculos orales y 8 tentáculos marginales largos que pueden alcanzar hasta 10 m de longitud. Superficie recubierta de verrugas que son acumulaciones de cnidocistos. Su contacto en el agua es difícil de prevenir debido a su transparencia y a sus largos y finos tentáculos, que pueden quedar adheridos a la piel.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad alta. Poseen un veneno bastante activo, que causa sensación de quemazón y dolor intenso, pudiendo dejar herida abierta susceptible de infección. Son infrecuentes los síntomas sistémicos; se han descrito casos de shock anafiláctico. 

5. Medusa de manchas blancas 

Phyllorhiza punctata 

Medusa de manchas blancas. wrangel

Medusa grande con una umbrela medianamente aplanada y redonda con un diámetro alrededor de los 72 cm, de coloración clara y posiblemente teñida de marrón con muchos lunares cristalinos y refractivos en la superficie y distribuidos uniformemente. Carece de tentáculos marginales, pero presenta ocho brazos orales dicotómicos que forman un anillo alrededor de la boca. Especie invasora en el Mediterráneo.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad baja. Su picadura tiene muy poca capacidad urticante.

6. Carabela portuguesa

Physalia physalis

Carabela portuguesa. PINTEREST

Parte flotante constituida por un flotador relleno de gas, violáceo y transparente, con una cresta o vela en su parte superior y una parte suspendida formada por finos y largos tentáculos que cuelgan contráctiles por debajo del agua y pueden alcanzar, extendidos, 20 metros. Dimensión del flotador: hasta 30 cm de largo por 10 cm de ancho.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad muy alta. El contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves por la aparición de síntomas sistémicos: gastrointestinales, neurológicos, musculares y cardiorespiratorios, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso, pueden producir quemazón, dolor intenso y laceraciones en la piel, siendo habitual que los tentáculos queden adheridos a la misma.

7. Velero

Velella velella 

Medusa Velero. NUESTROCLIMA

No se trata de una medusa sino una colonia de hidromedusas. La colonia, que forma un disco oval azul, mide entre 1 y 8 cm, y los pólipos azules están pegados a un flotador quitinoso equipado con una “vela” que transporta la colonia con la ayuda del viento.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad baja. Los nematocistos no presentan capacidad de atravesar la piel, pero pueden causar problemas si entran en contacto con los ojos o boca. Generan situaciones de insalubridad y molestias en las playas, ya que se acumulan en estas y al descomponerse producen malos olores. 

8. Botón azul

Porpita porpita

Medusa botón azul. medusas.org

Esta especie es relativamente pequeña y puede llegar a medir entre 1 y 5 cm. Consiste en un flotador duro de color marrón dorado, lleno de gas en el centro, que está rodeado de hidroides de color azul intenso, morados o amarillos, que parecen tentáculos. La medusa botón azul está hecha de zooides individuales, cada uno especializado en una función diferente, como alimentación, defensa o reproducción.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad baja. Su picadura tiene muy poca capacidad urticante. 

9. Rhizostoma luteum

Rhizostoma luteum. infomedusa.es

Especie poco conocida debido a su escasa aparición. Diámetro de la umbrela hasta los 70 cm. Umbrela de color blanquecino, con tonalidad color gris perfilando la misma. Con 8 brazos orales largos y mas gruesos en la parte proximal, que se extienden hacia la zona distal mas alargados y finos, con la extremidad en forma de maza y color gris-negro.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad alta. Aunque no produce cuadros dermatológicos graves, puede producir irritaciones intensas, acompañada de escozor o picor. 

10. Aguamala o Acalefo azul 

Rhizostoma pulmo 

Medusa aguamala . PINTEREST

Diámetro de la umbrela entre 10 y 40 cm. Color blanco lechoso con un ribete violeta que rodea el margen inferior de la umbrela. Presenta 8 gruesos tentáculos orales, con forma de Y invertida, fusionados y sin ramificaciones de color blanco azulado.

Grado de peligrosidad de su picadura: Peligrosidad alta. Aunque no produce cuadros dermatológicos graves, puede producir irritaciones intensas, acompañada de escozor o picor. Los efectos son más graves en zonas sensibles como párpados y boca. No deja estigmas manifiestos. 

¿Existe en Canarias alguna especie cuya picadura sea mortal o muy peligrosa?

De entre las especies que podemos encontrar en las costas españolas, posiblemente la más peligrosa pueda ser la Carabela portuguesa (Physalia physalis). El contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del íntimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.

 

FORMAS DE SEÑALIZACIÓN Y ADVERTENCIA

La existencia de una situación de incidencia debe ser difundida a los usuarios de la playa. En un lugar de fácil acceso en las inmediaciones de cada zona de baño debe informarse sobre la naturaleza y la duración prevista de la incidencia, así como la advertencia de la prohibición del baño o de la recomendación de abstenerse del mismo, en su caso. 

En función del grado de peligrosidad que supongan las especies arribadas a la playa, se informará a los usuarios mediante la colocación de una bandera diseñada para tal efecto (fondo blanco con dos medusas inclinadas, color violeta y de distinto tamaño). 

Esta se colocará en un lugar visible para los usuarios, junto con las banderas de estado de la mar, de tal manera que: - Cuando la bandera de presencia de medusas vaya acompañada de una BANDERA ROJA, se prohibirá el baño puesto que las especies arribadas presentan una peligrosidad muy alta, o bien la abundancia de las mismas es tal, que presentan riesgo para la salud pública. - Cuando vaya acompañada de una BANDERA AMARILLA, se recomendará a los usuarios no bañarse, ya que las especies de medusas arribadas presentan un índice de peligrosidad alto-bajo, pudiendo ocasionar de igual forma lesiones a los mismos. 

Bandera de aviso de peligro por medusas. ED

¿Puedo bañarme en la orilla si hay medusas en la playa?

No se recomienda, ya que a la orilla llegan los trozos rotos de las medusas, generalmente tentáculos, que nos pueden picar por igual.

Coger cubos de agua para refrescarse si hay medusas en la playa, mejor que no, ya que en el agua puede haber restos de tentáculos tan finos como un hilo de coser y que no podemos distinguir a simple vista.

Cómo evitar las picaduras

  • No subestimar la situación. La única manera de evitar las picaduras es no bañarse, ni siquiera en la orilla, ni mojarse con agua recogida en cubos, que puede contener fragmentos.
  • No tocar nunca las medusas, ni siquiera las que quedan varadas en la arena o los fragmentos de ellas, pues el poder urticante persiste aunque estén muertas.
  • Si se ha tocado alguna, aunque no se haya tenido ningún tipo de reacción, no llevar las manos a los ojos o boca, ya que son zonas mucho más sensibles.
  • Atender y seguir las indicaciones y advertencias que existan en la playa (megafonía, carteles, señales, banderas…) o difundidas a través de los medios de comunicación.
  • Si se ven medusas y no existe ningún aviso, informar al puesto de vigilancia más cercano o a las autoridades locales.
  • El uso de cremas de protección solar, puede disminuir el riesgo de picaduras, pero no las evita totalmente.
  • Utilizar prendas protectoras que cubran la totalidad de la superficie corporal (gafas, trajes de neopreno, guantes, escarpines…).
  • Los niños son especialmente sensibles: vigilarlos e instruirlos y no bañarlos, en ningún caso.
  • Grupos de riesgo: niños, ancianos, personas con antecedentes alérgicos, cardiovasculares o asmáticos, o que hayan sido picados previamente por medusas, deben evitar el contacto con medusas.

Cómo actuar en caso de picaduras

Los síntomas más comunes de una picadura de medusa son un dolor y picor inmediato, ardor, inflamación, enrojecimiento e incluso sangrado.

  • NO rascar o frotar la zona afectada, ni siquiera con una toalla o con arena, esto no hará más que activar los cnidocitos restantes, por efecto de la presión.
  • Lavar la zona con suero fisiológico, en su defecto agua de mar asegurándose de que no contenga fragmentos de tentáculos, pero nunca con agua dulce.
  • NO aplicar amoniaco, orina o vinagre.
  • En caso de no poder acudir a un puesto de salvamento y socorrismo, quitar los restos de tentáculos adheridos a la piel con pinzas; en su defecto puede usarse algún objeto de borde fino.
  • Para aliviar el dolor aplicar frío, hielo, de forma intermitente, durante unos 5-15 minutos, sin frotar y evitando el contacto directo del hielo con la piel. Nunca aplicar calor, ni exponer la zona afectada al sol.
  • Sintomáticamente, pueden utilizarse geles o pomadas específicas, antihistamínicos y analgésicos.
  • En caso de herida, se aconseja la aplicación de un antiséptico, tres veces al día, hasta que cicatrice la herida.
  • Acudir al puesto de socorro de la playa o al centro de salud más cercano.
  • Si la persona afectada tiene antecedentes de picaduras, vigilar la posible aparición de reacciones alérgicas inmediatas o tardías.

ATENCIÓN: si se observan síntomas generales como náuseas, vómitos, mareos, calambres musculares, cefalea, dificultad respiratoria o malestar generalizado, acudir al centro asistencial más próximo o llamar al 112, informando, si es posible, de la especie de medusa que produjo la picadura.

BIOGRAFÍA:  

  • Ciencia Canaria
  • Red PROMAR: Programa de vigilancia y alerta ante la presencia de medusas y otros organismos gelatinosos nocivos en las costas Canarias