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Jaime Caballero (1975, Tolosa - San Sebastián).E. D.

BrAZADAS SOLIDARIAS | Fundación TeidELA

De isla a isla por el ELA

El donostiarra Jaime Caballero cubrirá hoy a nado la travesía entre La Gomera y Tenerife para «visibilizar» esta enfermedad

Si todo va bien, esta tarde, en torno a las 17:30 horas, pisará la arena de la Playa del Bobo (Costa Adeje) tras cubrir a nado la distancia que separa La Gomera de Tenerife. El donostiarra Jaime Caballero es el protagonista de un reto que busca visibilizar la incidencia del ELA en el Archipiélago. 


Probablemente, cuando empiece a leer esta información el donostiarra Jaime Caballero (1975, Tolosa) ya esté nadando con rumbo al sur de Tenerife. Para ser más concreto, en dirección a la Playa del Bobo de Costa Adeje. Como poco, va a tener que cubrir los 40 kilómetros en línea recta que inició, sobre las siete y media de la mañana, en la Playa de La Cueva (La Gomera). Si no hay contratiempos volverá a pisar tierra firme en torno a las 17:30 horas, es decir, que durante más de 600 minutos vivirá en el Atlántico para completar un reto en favor de los enfermos que sufren esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

«El que va a nadar soy yo, pero el esfuerzo lo tenemos que hacer entre todos», subraya uno de esos deportistas generosos que se marcan un objetivo para que otros lo tengan «un poquito más fácil». Y es que Jaime lo tiene claro. «Lo de menos son las horas que esté en el mar, aquí de lo que se trata es de visibilizar el ELA y recaudar», incide sobre un canal solidario al que se puede acceder remitiendo un Bizum al número 01159. Todo lo que se recaude irá a la Fundación Luzón, que en las Islas tiene como espejo de sus acciones a la Asociación TeidELA. «Esta era hasta hace poco la única comunidad que no contaba con un colectivo que se preocupara por las personas que sufren ELA», añade el protagonista de una de esas aventuras que tienen un envoltorio épico.

Jaime se gana la vida como comercial, no está casado ni tiene hijos y hasta los 24 años fumaba. Lo dejó para sentirse mejor y ahí fue cuando la natación de larga distancia lo enganchó para siempre. No. Caballero no es un principiante. En su palmarés están las 27 horas que tardó en cubrir la distancia que separa Bilbao de San Sebastián, la minutada que le cayó encima cuando hizo el Canal de La Mancha en sus dos sentidos («una vez de ida y otra de vuelta», comenta con la tranquilidad del que hace una caminata entre el Cabildo de Tenerife y Valleseco) o cuando se coronó como el decimoprimer nadador en atravesar el Lago Ness (Escocia) sin traje de neopreno. «Si aquel día la temperatura del agua estaba entre ocho y diez grados centígrados, lo frío que pueda estar el mar en Canarias no va a ser un inconveniente para lograr completar la prueba», admite un vasco que hoy hará sonar su despertador a las cinco de la madrugada.

«El que nada soy yo, pero hay otra manera de ayudar a través de los donativos»

Tras un desayuno fuerte, que no generoso, Jaime Caballero se dirigirá a la Playa de La Cueva (La Gomera) para empezar a dar brazadas en busca de Tenerife. A su lado van a estar Juan Dámaso García, propietario de la embarcación que le prestará apoyo logístico, un patrón que le dará relevo durante la ruta y dos mujeres: Damaris Domínguez y Claudia, madre e hija de un enfermo de ELA (Fran) que murió hace ya cuatro años, pero que continúan siendo dos fieles colaboradoras de la Fundación Luzón. Envalentonado por el lema Nado porque puedo y por los que no pueden, Jaime Caballero lleva más de una década y media iluminando una problemática demoledora. «Solo el 10% de las personas a las que le diagnostican ELA tienen una carga genética relacionada con ese pronóstico, el resto es puro azar, es decir, que te toca porque te toca. No hay otra explicación científica», destaca sobre una enfermedad que cada día contabiliza tres casos nuevos en España y el mismo número de fallecidos».

Un dolor en soledad

Amigo de Juan Carlos Unzué, exportero del CD Tenerife que en junio de 2020 anunció que padecía ELA, Jaime Caballero es cofundador de la Asociación Siempre Adelante, que trabaja codo a codo con Luzón para encontrar mejoras en la investigación, potenciar los equipos hospitalarios y, sobre todo, estar al lado de los enfermos. «Queremos que sientan que estamos cerca de ellos porque el momento en el que te informan que tienes ELA tu vida experimenta un giro de 180 grados», explica respecto al origen de una patología que causa muchísimo sufrimiento en soledad. Gestos como el de hoy, pues, sirven para agitar a una sociedad que vuelve a clavar su mirada sobre el covid-19 como principal amenaza sanitaria, pero no la única. Solo el 10% de los enfermos de ELA logra vivir más de cinco años tras ser informados que tienen la enfermedad.

Nacido en Tolosa, tierra originaria del extécnico blanquiazul Juan Manuel Lillo, Xabi Alonso –actual entrenador de la Real Sociedad B– o la soprano Ainhoa Arteta, la única estrategia que tiene en mente el guipuzcoano es seguir a la embarcación. «Yo marco el ritmo y el barco la dirección», aclara sobre un recorrido que podría incrementar en algún kilómetro más el plan inicial. Beber agua cada media hora y consumir hidratos de carbono cada 60 minutos («una vez líquido y a la siguiente sólido», puntualiza Caballero) será su receta a seguir para llegar con éxito a la costa adejera. «Si Juan me dice que todo está listo, yo solo me tengo que preocupar en nadar», advierte sobre las condiciones meteorológicas que se va a encontrar hoy un deportista que, entre otras muchas conquistas, tiene nadar el Estrecho de Gilbraltar ida y vuelta. Aunque no le importa que le tachen de pesado, su único pensamiento hoy, además de nadar en busca de la costa de Tenerife, es conectar sus brazadas por el ELA con el dinero que se pueda recaudar con este reto. «Esa ayuda es importante para muchas personas», dice.

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