eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un coronavirus de roedores llegó a Canarias en barco

Hallan el genoma del virus en heces de ratón común | El patógeno pudo arribar a las Islas en los últimos 20 años

Puerto de Santa Cruz de Tenerife. CARSTEN W. LAURITSEN

Un tipo de coronavirus que afecta exclusivamente a los roedores llegó a Canarias a bordo de un barco en los últimos 20 años, según un estudio científico recogido este miércoles por el diario El País. Se trata del coronavirus murino (M-CoV), cuyo ARN, es decir, cuyo genoma, ha sido identificado en heces de ratón común del Archipiélago.

La investigación, publicada en la revista Frontiers in veterinary science, ha sido elaborada por la Universidad de Barcelona (UB) y de la Universidad de La Laguna (ULL), y concluye que el coronavirus se extiende por Europa «con mayor facilidad de la que suponemos», señala el artículo.

Los científicos, con el ecoepidemiólogo de la UB Jordi Serra-Cobo a la cabeza, recogieron entre los años 2015 y 2019 más de 250 muestras de heces de ratón común (mus musculus), de rata negra (rattus rattus) y de rata gris (rattus norvegicus). El resultado fue que se identificó el ARN del coronavirus en una horquilla del 10,5% al 5,2% de las muestras de ratón común de El Hierro, Tenerife y Lanzarote.

Los ratones y las ratas no son especies endémicas de las Islas, fueron introducidos

decoration

Las tomas se hicieron en zonas urbanas y poblaciones rurales. La noticia cita a Pilar Foronda, profesora de la Universidad de La Laguna, que detalla que las muestras de Tenerife «se tomaron en los puntos de mayor densidad urbana de la isla, en Santa Cruz y en San Cristóbal de La Laguna; las de El Hierro se recogieron en el arcén de una carretera que cruza un municipio, y las de Lanzarote, en zonas de cultivo».

El estudio señala que estos roedores no son especies endémicas de Canarias. «Fueron introducidas por nuevos asentamientos humanos y por el comercio marítimo. La rata gris fue la última en llegar, probablemente en el siglo XVIII». Serra-Cobo considera factible que estos ejemplares infectados de M-CoV llegaran al Archipiélago en las rutas de los mercantes, y que desembarcaran en las Islas, seguramente, en las últimas dos décadas. La aproximación temporal se debe a «la estimación de este experto en los ecosistemas de los virus, porque el ARN analizado es parecido al de una cepa identificada en 2010 en Alemania, en el principal estudio realizado hasta la fecha sobre el M-CoV en roedores en libertad», explica El País.

Los responsables del esta investigación argumentan que los roedores y otras especies «invasoras» son potenciales diseminadores de patologías. «Es importante tener en cuenta estos aspectos para el control sanitario de las islas», recomiendan los autores, que los roedores son «una gran fuente zoonótica (que pasa de animales a humanos) de enfermedades infecciosas para el ser humano», revela el artículo.

El trabajo está firmado por expertos de la Universidad de Barcelona y la ULL

decoration

«Los cinco diferentes coronavirus que han afectado al ser humano en el siglo XXI han tenido un origen zoonótico, siendo los más agresivos el SARS, el MERS y el SARS-Cov-2, el causante de la Covid-19», detalla la noticia, que también señala que los murciélagos son los principales reservorios de estos coronavirus. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que los roedores también son transmisores de «virus letales para el ser humano, como la rabia». La OMS tiene en sus registros más de 200 dolencias de origen zoonótico.

«Los betacoronavirus, como el M-CoV, son más agresivos, son los que pueden plantear un riesgo zoonótico, como así sucedió con los SARS y el MERS», explica en el artículo Jordi Serra-Cobo. Por su parte, Pilar Foronda argumenta que el gran valor de esta investigación es que este tipo de dolencias «pueden mutar». Por eso, considera que hay que tener en cuenta ese riesgo, «porque son animales silvestres, pero viven cerca de nosotros». Sin embargo, la investigadora explica que «el riesgo es menor» y no hay que sembrar la alarma.

Compartir el artículo

stats