La Fiscalía pide 15 años de cárcel para un hombre que mató a su expareja en San Isidro en 2019. Según la noticia adelantada ayer por Radio Club Tenerife (Cadena Ser), J.B.H. será juzgado próximamente acusado de un supuesto delito de homicidio. En las diligencias judiciales se expone que el detenido llegó a mantener una relación sentimental con la joven Sara de C.G. de 26 años, con la que compartió domicilio junto a la abuela de la fallecida, de 87 años de edad.

J.B.H., que no tenía otros antecedentes policiales antes de ser detenido por su posible participación en esta muerte violenta, seguía conviviendo con su expareja en una vivienda del núcleo granadillero de San Isidro después de haber finalizado la relación. Al parecer, esta circunstancia fue pactada entre las dos partes hasta que el varón encontrara otra residencia en la que poder instalarse. Sara, natural de León, tenía entre sus objetivos profesionales poder desarrollar un ciclo formativo asociado con el estudio de las energías renovables.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron a este periódico que el ahora encarcelado llegó a espiar a su excompañera, tanto físicamente como accediendo a las redes sociales en las que esta se movía, cuando ya no existía ningún vínculo afectivo entre ellos.

Cuando el arrestado tuvo conocimiento de que Sara había rehecho su vida con otra pareja se produjo el ataque que en las próximas horas lo pondrá delante de un juez.

Lesiones mortales

Las diligencias que instruyó el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Granadilla se sucedieron en la madrugada del 25 de noviembre de 2019, concretamente, los investigadores sitúan en torno a las cuatro de la mañana el ataque mortal planificado por J.B.H.. En las diligencias policiales se indica que este accedió a la casa armado con dos tijeras, una de ocho centímetros de longitud y otra de 15, aunque también utilizó un cuchillo de cocina que tenía una hoja de unos 20 centímetros para acabar con la vida de Sara, quien inicialmente logró repeler los primeros ataques.

J.B.H. consiguió clavar los objetos punzantes en varias zonas del cuerpo de la mujer, aunque las lesiones vitales se localizaron a la altura del cuello: debido a la trayectoria de algunos de los cortes la sangre se esparció por el exterior y el interior del cuerpo de Sara, originando una de ellas una insuficiencia respiratoria irreversible. Cuando los recursos del 1-1-2 llegaron al domicilio en el que tuvo lugar la agresión no pudieron hacer nada para salvar su vida.

En el transcurso de las pruebas forenses que se llevaron a cabo en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife quedó probado que la víctima murió alrededor de las cinco de la mañana debido a la inhalación y deglución de sangre a través de las vías respiratorias y en la zona gástrica.

Compensación económica

En la petición de Fiscalía avanzada ayer por Radio Club Tenerife se hace referencia a que, además de los 15 años de cárcel, el fiscal solicita una inhabilitación absoluta y libertad vigilada de 10 años, así como una indemnización económica de 180.000 euros al padre de la fallecida. Jaime B.H. un joven de origen colombiano y que tiene la nacionalidad española, presuntamente intentó quitarse la vida con las mismas armas con las que mató a la mujer, provocándose heridas en sus manos de carácter menos graves por las que tuvo que ser derivado a un centro hospitalario del Área Metropolitana. Allí estuvo bajo vigilancia por parte de efectivos de la Guardia Civil hasta que fue puesto a disposición de la autoridad judicial por un posible delito de homicidio.