Dos años después de que empezara su tramitación, el Gobierno de Canarias publicó ayer el decreto que regula la especialidad médica en cuidados paliativos para el Servicio Canario de la Salud (SCS). De esta manera, el Archipiélago se sigue acercando a su objetivo de ser pionera en este tipo de asistencia al final de la vida y así lograr dar cobertura a los aproximadamente 6.500 canarios con enfermedades crónicas que la requieren.

Los cuidados paliativos siguen siendo una de las asignaturas pendientes en España, que se encuentra a la cola de Europa en esta materia. Esta situación ha dejado esta asistencia a expensas de los pasos que las administraciones sanitarias autonómicas quisieran dar para mejorarla. Las Islas fueron, hace ya 30 años, pioneras en esta materia en España, junto a Cataluña. Y aunque con el paso de los años los expertos empezaron a notar una cierta dejadez de la Administración a la hora de impulsarla, en los últimos tres años la asistencia en cuidados paliativos ha mejorado «mucho» en las Islas, gracias a la puesta en marcha de la Estrategia de Cuidados Paliativos de Canarias (2018-2021).

Así lo afirma uno de sus precursores en Canarias, el médico experto en paliativos Marcos Gómez Sancho, quien insiste en que la creación de la categoría profesional era uno de los requisitos indispensables para lograr que Canarias se sitúe a la vanguardia de los cuidados paliativos. «Esto permite una mejora asistencial importante con respecto a otras comunidades autónomas», remarca Gómez Sancho, quien afirma que el Archipiélago «es la tercera comunidad en implantarlo», tan solo por detrás de Andalucía y Extremadura.

Apuesta por la estabilidad

Esta afirmación es ratificada por el especialista Miguel Ángel Benítez, quien hace hincapié en que gracias a este paso se podrá dotar a la plantilla de las distintas unidades del Archipiélago de una estabilidad que permitirá mantener la infraestructura «en pie». «Hasta ahora no hemos tenido ningún reconocimiento, por lo que los profesionales debían resignarse a ser interinos de por vida o abandonar el área por un puesto fijo», señala Benítez. Esto suponía que las estructuras internas de las unidades de paliativos estarían permanentemente en peligro.

Ocurre así porque la especialidad de medicina paliativa no existe en España. «Llevamos más de 30 años solicitándolo a todos los partidos políticos, y ninguno lo ha tenido en consideración, no lo han visto nunca como un área prioritaria», declara Gómez Sancho, que se congratula por los pasos que ha dado Canarias, dado que en el resto de España «la situación es catastrófica». Hasta el momento, en Canarias los profesionales que se encuentran al frente de estos puestos de trabajo pertenecen a especialidades como Anestesia, Medicina Interna u Oncología y aunque cuentan con formación y experiencia, en el decreto publicado ayer en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), se regula la necesidad de realizar «una formación específica de alta calidad» para acceder a estos puestos. El decreto abre la veda a una nueva regulación de «las funciones que deberán desempeñar estos especialistas» y cierra puertas a la posibilidad de contratar a personas en estas áreas por cuestiones como la afinidad o el enchufismo y no por sus conocimientos.

Hasta hace menos de un lustro, los cuidados paliativos en las Islas estaban poco extendidos y acotados en aquellos hospitales y centros de salud donde los profesionales decidían formarse más allá de su especialidad y apostar por este tipo de atención sanitaria. Es el caso de Gran Canaria, que antes de que se pusiera en marcha la Estrategia, ya contaba con más recursos humanos y de infraestructuras que todas las islas juntas. Además, Gran Canaria ha sido históricamente la isla en la que más se han desarrollado la formación en cuidados paliativos. «La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue la primera en incluir la asignatura en el Grado de Medicina», recuerda Gómez Sancho, quien remarca que en estos momentos, en esa misma universidad, ya se imparten «cursos avanzados y maestrías en la materia», a pesar de que no existe una especialidad reglada como tal.

Avances en el último trienio

En estos últimos años, la Consejería de Sanidad –pese de los cambios de dirección en el área, las elecciones y la irrupción de la pandemia–se ha empeñado en finalizar lo que había empezado a construir la cartera dirigida por el exconsejero de Sanidad de Coalición Canaria (CC), José Manuel Baltar.

Así en el último trienio se ha dotado a todas las islas de recursos humanos suficientes para garantizar la asistencia, especialmente en las no capitalinas, donde la atención hasta el momento era prácticamente inexistente. Todo ello ha permitido que se llegue aproximadamente al 70% de los canarios que requieren cuidados paliativos al final de sus vida.

Sin embargo los avances en la implantación no ha sido igual en toda Canarias. «Ahora mismo La Palma o El Hierro tienen una cobertura mayor que Tenerife», asevera Gómez Sancho, que resalta el déficit de recursos de la isla. Han sido múltiples los factores han conllevado a que esta isla se retrase frente al resto han sido, según Benítez. No obstante, el especialista, que también se encarga de evaluar la consecución de los objetivos de la Estrategia, señala que durante su desarrollo se han encontrado con diferentes escollos.

Y es que en el documento se proponía establecer una sola unidad de referencia para toda Tenerife, pero con mayor refuerzo de camas y recursos humanos que en la actualidad, dado que la situación de base es mucho más deficiente que en otras islas.

En Tenerife tan solo hay 19 profesionales (8 médicos y 11 enfermeros) dedicándose a esta tarea. En este caso, además, se suma que toda la plantilla son profesionales del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria que se movilizan hasta el Hospital del Tórax –situado al lado del Hospital Universitario de Canarias (HUC)– para dar cobertura a los pacientes de toda la isla. «Además, aquí se optó por un modelo de atención distinto al de Gran Canaria», explica Benítez, quien indica que en Tenerife se decidió ceder gran parte del peso del servicio a los centros de Atención Primaria.

Finalmente se ha optado por establecer dos unidades en la isla, una que dé cobertura a Santa Cruz y el sur y otra para La Laguna y el norte, adscritas cada una a un centro hospitalario. De esta manera, se reforzará la unidad ubicada en el Hospital del Torax y se creará una nueva en el Hospital Universitario de Canarias. «Estará lista en tres o cuatro meses», señala el especialista. Con todo esto, y «si se cumplen a rajatabla las directrices de la Estrategia», como asevera Gómez Sancho, la asistencia al final de la vida de los canarios estará garantizada.