La cámara infrarroja Drago, desarrollada por el equipo de IACTEC-Espacio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha captado las primeras imágenes desde el espacio. Drago fue lanzada el pasado 24 de enero, dentro del portador de satélites ION. Tres meses más tardes se han obtenido los primeros resultados, unas fotografías de la desembocadura del río Meghna, que, según afirmó Rafael Rebolo, director del IAC, y corroboró Álex Oscov, investigador principal del proyecto, “superan todas las expectativas”. Rebolo incidió en que el objetivo es convertir a Canarias en “un ecosistema de ciencia y tecnología”.

Equipo encargado del desarrollo de ‘Drago’. | | CARSTEN W. LAURITSEN

La característica principal de este proyecto es que se ha desarrollado íntegramente por el IACTEC-Espacio, así lo destacó Rebolo, “es la diferencia con otros proyectos que en los que hemos colaborado y demuestra que el IAC puede desarrollar autónomamente y con éxito tecnologías del espacio”.

El objetivo principal de este proyecto era demostrar la capacidad del Instituto de Astrofísica de Canarias para poder desarrollar en el futuro proyectos más ambiciosos. De hecho, ya se está trabajando en un nanotelescopio Alisios, que será la continuación de esta cámara y se lanzará a finales del año que viene y un minitelescopio, IACSAT-Tajinaste. Además, “actúa con un efecto tractor para atraer empresas altamente tecnológicas que generen empleos de muy alta calidad, trabajando en tecnologías punteras”, según señaló Oscov.

Entre las intenciones implícitas en el proyecto está favorecer la colaboración público-privada, abrir nuevas ventanas de observación del espacio y de la Tierra y generar un equipo multidisciplinar de ingenieros y físicos, por que “todo gran proyecto se construye alrededor de un gran equipo”.

En este punto, Oscov hizo una mención especial al equipo actual, encargado del desarrollo de Drago y formado gracias al programa de capacitación del Cabildo, que, según el investigador, es “espectacular y capaz de afrontar cualquier proyecto que se les ponga por delante”. Durante todo el proceso también han tenido la colaboración de trece estudiantes de universidades canarias, que supone una oportunidad para el alumnado y las propias instituciones.

Espacio de diversificación

La instalación en el Archipiélago de nuevas empresas supondría un nuevo nicho de mercado para acabar con el “mercado único centrado en el turismo”, en palabras del vicepresidente del Cabildo, Enrique Arriaga, que añadió que, desde el Cabildo, creen “firmemente en la ciencia, la tecnología y la innovación”. El director del IAC ha calificado el futuro de “brillante”, ya que Canarias se podría convertir en un referente a nivel mundial en lo relacionado con el espacio, tal como lo es en el ámbito o astrofísico, aseveró el profesor Oscov.

Entre las empresas que han manifestado su interés de colaborar con IACTEC y por la posibilidad de establecerse en Canarias se encuentra OBC, de País Vasco; Ensis, de la Comunidad Valenciana o OpenCosmos, de Reino Unido, aunque, según Oscov, por ahora, son solo tentativas. La única que ya se ha instalado es Alquimex y “ha supuesto una gran inversión”. Oscov destaca los grandes avances que han hecho. “Hace pocos años éramos nosotros los que íbamos a presentarnos a empresas importantes y ahora son ellas las que nos buscan a nosotros”.

Drago, estará captando imágenes de Canarias constantemente y será capaz de captar focos activos de volcanes, ver a través de nubes de polvo para detectar incendios, observar vertidos de hidrocarburos en el mar o analizar la desertificación o el avance de los cultivos, lo que aportará “grandes utilidades para las Islas”. Todo esto es posible gracias a que trabaja en rango SWIR, infrarrojos de onda corta, invisibles para el ojo. Esta característica convierte a Drago en “la primera cámara europea abordo de un pequeño satélite que opera en estas bandas”.

Esta cámara se construyó siguiendo los estándares más estrictos de la Agencia Espacial Europea. El equipo trabajó durante varios años hasta obtener el resultado final, una cámara de un kilogramo que consume menos que una bombilla led y que “parecía que funcionaba”. “No es lo mismo que opere en tierra a que sobreviva a un lanzamiento y funcione en el espacio con unas condiciones totalmente diferentes”, explicó Oscov, por lo que destacó que “su sola supervivencia ya es un éxito”.

Se lanzó integrada en el satélite ION, de la empresa D-Orbit, que a su vez estaba dentro del cohete Falcon 9 de Space X. Una vez en el espacio, las primeras semanas se comprobó que el satélite funcionaba bien y que estaba en la órbita adecuada. El siguiente paso fue “comprobar que Drago estaba vivo”, las semanas siguientes se aprovecharon para hacer “todo tipo de pruebas, hasta llegar a la primera luz”. Oscov describe el momento de obtención de las primeras imágenes de un aparato espacial como emocionante y decepcionante, porque “compruebas que funciona, pero como no tiene los parámetros adecuados, las fotografías siempre son feas”.

Sin embargo, con Drago pasó lo contrario, las primeras imágenes fueron “espectaculares”. Estas poseen una gran calidad, casi a nivel de otras tecnologías mucho más desarrolladas y mucho más caras como Google Earth o Sentinel, el proyecto multisatélite estrella de la Agencia Espacial Europea. Aunque Oscov destacó que la intención no es competir con Sentinel, sino complementarlo”.

Relación calidad-precio

Destaca del proyecto su relación calidad-precio, pues la cámara se desarrolló con una inversión de 200 mil de euros, cien veces menos del valor de Sentinel. Sin embargo, tanto Oscov como Rebolo reconocieron que el verdadero valor del proyecto no está en la inversión económica, sino en el equipo humano que participó, un equipo con intención de seguir creciendo en los próximos años.

En el futuro, además, se desarrollarán otros proyectos como el primer nanotelescopio canario, Alisios. Será un Drago mejorado que trabajará otras cuestiones como las comunicaciones ópticas, “muy importantes para el futuro de las tecnologías del espacio que puede servir para que Canarias obtenga unos rendimientos muy importantes y atraiga aún a más empresas”. Alisios será el precedente de IACSAT-Tajinaste, el primer pequeño satélite del IAC para observación astronómica. El objetivo de este proyecto, en el que ya se está trabajando, es que sirva como “tercer observatorio desde el espacio” que complemente al Observatorio del Teide y el Observatorio del Roque de los Muchachos. Podrá captar información que no se aprecia desde la Tierra, como otros planetas o asteroides peligrosos. Estos desarrollos permitirían continuar con el trabajo empezado por Drago, que tendrá una vida segura de un año, aunque Oscov espera que dure “dos o tres años, cinco sería ser muy optimistas, pero posible”.

Las imágenes serán puestas a disposición de la sociedad con libertad de uso “tanto por el sector público como por el privado”, según aseguró Rebolo. Esta característica también supone una oportunidad para las empresas de obtener datos y crear empleo. Se espera que en las próximas semanas la cámara capte las primeras imágenes del Archipiélago.

Enrique Arriaga destacó la labor desarrollada por el IAC que lleva “años a la vanguardia de las I+D+i y en el desarrollo en tecnología puntera”. Sin embargo, recalcó que es solo el principio por lo que “hay que potenciar el trabajo de nuestros científicos, apostar por la tecnología y conseguir que todas las administraciones inviertan más en ciencia”. Además, felicitó al IAC y a todo el equipo por llevar “nombre de Tenerife a lo más alto, al lugar que se merece”.