El buque de acción marítima Tornado zarpó ayer de su base en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria para realizar labores de vigilancia marítima en aguas de las Islas Canarias, contribuyendo de este modo a las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas orientadas principalmente a garantizar la seguridad de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional.

Entre los cometidos asignados al Tornado está la verificación y control del tráfico marítimo, la supervisión de la actividad pesquera y protección de las líneas marítimas de comunicación marítima, la monitorización del patrimonio subacuático español y de las zonas de especial conservación de Canarias. Todo ello en coordinación y monitorización permanente desde el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (Covam) en Cartagena. Simultáneamente, estas actividades se compaginarán con la realización de ejercicios a bordo que permitirán aumentar el grado de adiestramiento general de la unidad.

El BAM Tornado es el cuarto buque de la clase Meteoro y fue construido por Navantia en la factoría de San Fernando (Cádiz) y entregado a la Armada en 2012: su eslora de 93,9 metros y tiene una manga de 14,2 metros.

Previo a su salida a la mar, la dotación del BAM Tornado llevó a cabo un estricto protocolo sanitario consistente en la realización de cuarentena y test PCR que aseguraron el establecimiento de una burbuja sanitaria para evitar contagios por covid-19 a bordo.

Los buques de acción marítima están diseñados para llevar a cabo misiones de seguridad marítima, protección de los intereses marítimos nacionales y control de los espacios de soberanía e interés nacional, así como también misiones de policía marítima, en colaboración con Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la mar tales como operaciones contra el narcotráfico o el terrorismo. Además de estas, también pueden realizar vigilancia y control de pesca, lucha contra la contaminación marítima o apoyo a las operaciones de salvamento y rescate relacionadas con la migración.

Tripulación y mando

El buque de acción marítima Tornado, al mando del capitán de corbeta Alberto Sánchez Expósito, está integrado en el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Canarias y tiene una dotación de 45 personas, de los cuales 21 son canarios.

Esta unidad está encuadrada en el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Canarias, bajo dependencia directa del Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias.