Canarias ha sido la segunda comunidad en vacunar a sus sanitarios frente a la Covid-19, lo que significa que en algunas islas ya se ha pasado a la fase 2 de la Estrategia de vacunación frente a este patógeno una vez se han vacunado a todos los usuarios y trabajadores de residencias. Es el caso de Fuerteventura y La Gomera, que en la mañana de ayer comenzaron a proteger con esta primera dosis a los sanitarios de sus centros de salud. De forma más residual, también se ha puesto la primera dosis de la vacuna de Pfizer al equipo de vacunación del Servicio Canario de la Salud (SCS) y a otro personal sanitario de la isla de Tenerife. Cataluña ha sido la primera de España en vacunar a sus sanitarios, pero no porque pase de fase, sino porque decidió hacerlo al mismo tiempo que a los usuarios de residencias, saltándose así las instrucciones del Ministerio de Sanidad plasmadas en la Estrategia de vacunación frente a Covid-19 en España.

Los responsables de la organización de la vacunación en las Islas aseguran que este hito se ha logrado gracias a la buena gestión. Y es que, aunque todas las comunidades autónomas comenzaron al mismo tiempo la vacunación contra la Covid-19 el pasado 27 de diciembre, no todos los españoles han recibido equitativamente la inoculación correspondiente. La desigualdad se encuentra justamente en la ejecución de la vacunación que, mientras en la mayoría de comunidades no llega alcanza el 10% de la población diana –personal y usuarios de residencias –, en otras como Asturias alcanza cifras de hasta el 54,5% con respecto a las 23.720 dosis entregadas por el Ministerio de Sanidad. Canarias, por su parte, según los últimos datos, ha administrado el 21,2% de las 27.660 vacunas suministradas por el Ministerio de Sanidad. Estas 5.857 dosis son un número muy inferior al que publicó el Ministerio el día anterior (10.928) dado que el Ministerio intercambió por “error” los datos de Castilla y León y el Archipiélago.

El desigual suministro de vacunas a la población diana ha sido una de las principales críticas a las que se están enfrentando las comunidades. No obstante, según los profesionales canarios, en la región se está yendo “a buen ritmo”. La clave de esta buena estimación ha estado en una temprana organización, que comenzó ya a principios de noviembre y en la implicación de los equipos de enfermería. “Han renunciado a sus vacaciones y están doblando turnos a diario para poder garantizar los objetivos de vacunación propuestos desde la dirección del Servicio Canario de la Salud y la Dirección de Programas Asistenciales”, explica el Director de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, Ramón Pinto.

Una campaña de vacunación tan importante como la actual no solo requiere de la logística necesaria para llevarla a cabo; uno de los puntos más importantes a tener en cuenta –y del que más se adolece en toda España– es la organización previa. Así lo advirtió Fernando Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica, en declaraciones recogidas por el El País, en las que insiste en que “no se puede improvisar” y recalca “no hay duda de que algunas comunidades se han preparado mucho mejor, han estado ágiles en formar equipos y ser operativas, aprovechando la experiencia anterior de la gripe”.

En Canarias, las primeras reuniones para preparar el dispositivo de vacunación contra la Covid-19 comenzaron a principios de noviembre. “Allí empezamos a dar ideas sobre cómo se podía organizar el dispositivo para adaptarnos al plan de vacunación del Ministerio”, explica Pinto, que señala que “en ese entonces creíamos que la vacunación comenzaría a mediados de enero, y cuando cambiaron las fechas tuvimos que adaptarnos rápidamente”. De hecho, aproximadamente desde el 21 de diciembre, las gerencias de Atención Primaria y las direcciones del SCS y de Programas Asistenciales se han reunido diariamente. “Incluido los festivos, estamos vacunando todos los días”, explica Pinto, al que le ha tocado encargarse de la organización de la isla con más residencias de toda Canarias: Tenerife. Tan solo en esta isla hay más de 100 centros de mayores, algunos de ellos con cientos de usuarios como el Hogar Santa Rita, pero otros en los que no se llega a la decena, con lo que la logística es más lenta. “En estos momentos nos queda todo el sur, que son residencias pequeñas y muy alejadas entre sí, pero ya serán la proporción menor de las 8.100 personas que debíamos vacunar”, afirma Pinto.

En Canarias se ha apostado por formar específicamente a un equipo de 150 enfermeras del SCS de todas las islas para vacunar durante la primera fase en los centros sociosanitarios de Canarias. Una vez se culmine esta fase, se formará en la administración de esta vacuna a todo el personal de Enfermería de Atención Primaria y Especializada. Más tarde serán ellos mismos los que realicen esta tarea, que probablemente se vuelva más sencilla cuando empiecen a distribuirse las vacunas de Moderna y la de AstraZeneca / Oxford. La vacuna comercializada por Moderna, aunque requiere una conservación a 70 grados bajo cero como la de Pfizer, es más sencilla de suministrar porque “no hace falta diluirla”. Y es que en estos momentos, antes de suministrar la vacuna de la Covid-19 es necesario inyectar suero fisiológico el vial para sacar hasta cinco dosis. “En la de Moderna, que previsiblemente llegará después de Reyes, no es necesario realizar la dilución y además, viene preparada con 10 dosis, lo que nos permite ahorrar tiempo y vacunar a más gente de una vez”, explica el enfermero.

“Tenemos un ritmo muy bueno, acabaremos todas las residencias a finales de la próxima semana”, recalca Ramón Pinto. La próxima ronda de vacunaciones, para inocular la segunda dosis comenzará el próximo 20 de enero, dado que la segunda protección se puede administrar entre 21 y 42 días después de la primera.