Ante el anuncio de que el Ministerio de Sanidad publicará en unos días la oferta pública de plazas de formación de especialistas (MIR, PIR, EIR...), los Colegios Oficiales de Psicología del país, secundados por el Consejo General de la Psicología de España, han remitido un escrito al Ministerio para solicitar más plazas de formación de Psicólogo Interno Residente (PIR). Esta es una reivindicación histórica que tiene que ver tanto con la escasez de plazas, como con el hecho de que hay comunidades autónomas que no solicitan todas las plazas posibles.

En la carta se valora la situación de la atención a la salud mental de las personas en España y en Canarias, y se argumenta la necesidad de mejorar la presencia de psicólogos especialistas en el Sistema Nacional de Salud y de implantar la atención psicológica normalizada en Atención Primaria para facilitar el acceso a los ciudadanos.

Situación general. A pesar de que la OMS alerta de que una de cada diez personas sufre algún tipo de trastorno de salud mental, se calcula que los países solo destinan el 1% de sus esfuerzos sanitarios a este objetivo de salud. En España existe una media de 6 psicólogos clínicos en el SNS por cada 100.000 habitantes. La media europea se sitúa en los 18 especialistas por cada 100.000 habitantes, y en países como Suecia y Finlandia llega hasta los 70 especialistas. Las listas de espera medias para recibir atención psicológica en España superan el mes, y los tratamientos se solventan en la mayoría de casos con farmacoterapia. El aumento del consumo de antidepresivos representa el 47% del gasto farmacéutico en salud mental, seguido de un 30 % en antipsicóticos.

Escenario en pandemia. El escenario actual, como consecuencia de la crisis sociosanitaria generada por el Covid-19, es el de una creciente y progresiva incidencia de nuevos trastornos mentales, como ansiedad, depresión o estrés postraumático en la sociedad española. Diversos estudios sitúan este crecimiento de los trastornos mentales comunes por encima del 30%. Son trastornos susceptibles de psicoterapia.

Atención Primaria. En torno al 30-33% de las consultas en Atención Primaria están relacionadas con algún problema psicológico. Los problemas de salud mental son uno de los tres principales motivos de bajas laborales de media y larga duración. Esto nos indica un doble beneficio, si contáramos con psicólogos en los centros de salud: como garantía de una atención adecuada a la sintomatología del paciente y el importante ahorro para el sistema.

Plazas PIR. En el año 2015 se convocaron 127 plazas para 4.000 aspirantes. En 2016, 129 plazas. Es la profesión con más ratio de solicitantes por plaza en el marco de la oferta pública de plazas sanitarias y, además, se eleva cada año. Fue el 32 % en 2015. Las plazas se habían reducido en 2015 respecto a 2014 en un 2 % y en 2016 han sido sólo dos plazas más. En 2018 y 2019 las plazas convocadas han sido de 141 y de 189, respectivamente, un aumento significativo dadas las circunstancias, pero insuficiente a todas luces. El pasado mes de junio de 2020 se asignaron únicamente 189 plazas para más de 4.500 aspirantes, un 89 % de las 212 posibles.

Situación en Canarias. Actualmente, el Servicio Canario de Salud cuenta con un total de 127 psicólogos, lo que significa una media de 6 por cada 100.000 habitantes. Dicho de otra forma, en Canarias solo hay un psicólogo para atender a unas 17.000 personas.

Demandas. Por todo lo señalado anteriormente, el Colegio Oficial de Psicología solicitar al Gobierno de la Nación y a las Comunidades Autónomas aumentar el número de plazas PIR de acceso a la obtención del título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica. Y no solo aumentar las plazas, sino cubrir toda la oferta, porque ha ocurrido con anterioridad que ni siquiera se cubre la escasa oferta lanzada. Incrementar las plazas de especialistas en Psicología Clínica en los respectivos sistemas públicos de salud autonómicos, con el objetivo de alcanzar la media europea en menos de diez años. Y, por último, implantar la atención psicológica en los servicios de Atención Primaria con psicólogos clínicos y generalistas sanitarios, para garantizar una atención adecuada a la sintomatología que presentan los pacientes, reducir las listas de espera en salud mental y la farmacoterapia como tratamiento principal.