Un total de 138 alumnos canarios reciben en la actualidad atención educativa domiciliaria, al ser consideradas personas especialmente vulnerables al coronavirus. A estos estudiantes los atienden 37 profesores que se han presentado voluntarios. La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias reguló a comienzos del mes de noviembre la situación de esta parte del alumnado a través de una resolución que busca garantizar el derecho a la educación de los jóvenes y evitar así situaciones de desigualdad.

La consejera de Educación, Manuela Armas, afirma que se han recibido más solicitudes de las esperadas desde que se puso en marcha este protocolo. Así, existen hasta 92 solicitudes pendientes de subsanar documentación por parte de las familias y 320 en tramitación, aunque algunas de ellas están duplicadas por lo que en realidad el número final es inferior. A pesar de que este sistema da respuesta tanto a los jóvenes que son especialmente vulnerables al virus como aquellos que conviven con personas con factores de riesgo, la Consejería de Educación está primando la tramitación de aquellas que afectan directamente al estudiantado. De forma genérica, estos casos suelen ser más frecuentes entre el alumnado de Primaria y desciende notablemente en el caso de los dos cursos de Bachillerato.

Gran cantidad de peticiones

Ante la gran cantidad de solicitudes recibidas, el director general de Ordenación, Innovación y Calidad, Gregorio Cabrera, recuerda que durante el curso pasado y hasta justo el momento en que se inició el confinamiento domiciliario en el mes de marzo, es decir durante más de seis meses, tan solo se recibieron 116 solicitudes para acceder a la atención educativa domiciliara, puesto que siempre ha habido menores que, debido a diferentes patologías, necesitaban de este recurso. Sin embargo, desde que se puso en marcha este sistema el presente curso escolar ya se han recibido 542 solicitudes. “Es un volumen elevadísimo y por desgracia muchas de las peticiones no adjuntan toda la documentación que requerimos, lo que complica y ralentiza mucho el proceso”, reconoce.

A pesar de la necesidad de este recurso, los diferentes responsables de la Consejería de Educación recuerdan que los centros educativos son de los lugares más seguros en la actualidad. Además, Gregorio Cabrera destaca que la educación presencial aporta muchos beneficios a los jóvenes, que tienen la oportunidad de socializar. “Nos preocupa que los niños se queden al margen del sistema educativo”, expresa Gregorio Cabrera, quien destaca la minuciosidad con la que se examina cada uno de los casos que llegan a sus manos. “Cuando tenemos alguna duda sobre la idoneidad de ofrecer este servicio a un alumno preferimos ralentizar el procedimiento para solicitar más documentación y contrastar con el personal sanitario de Salud Pública la situación”, explica el director general, quien precisa que eso ocurre cuando los informes médicos facilitados son ambiguos o cuando la persona vulnerable no es el propio alumno sino uno de los miembros de su familia.

En cuanto al profesorado que ofrece esta atención, se trata de profesionales voluntarios. Cuando la solicitud de un alumno es aceptada, en primera instancia, se buscará un docente del propio centro del menos. En caso de que el centro no cuente con ningún voluntario, la Administración se encargará de buscarlo puesto que ya está dando forma a una bolsa de docentes que se prestan a ofrecer este servicio que es remunerado como horas extras.

La Consejería de Educación calculó, al inicio de este servicio, que recibiría unas 800 solicitudes según la previsión realizada en una inspección previa. No obstante, Cabrera avanza que “una vez que hayamos revisado al total de alumnado que precisa de este servicio, planeamos crear grupos aula online para que los chicos no estén solos durante el proceso educativo y que, además, el profesorado no sea voluntario sino contratado a tiempo completo para esta vertiente de enseñanza”. De este modo, se busca potenciar las relaciones entre los jóvenes para que no pierdan el valor socializador de la faceta educativa.

Hasta el momento, la asistencia educativa se está realizando de manera online e individual. Gregorio Cabrera indica que lo normal es que este servicio se esté ofreciendo en horario de tarde puesto que “los profesores normalmente dan clase por las mañana y, dado que esto son horas extras, ofrecen estas clases en su tiempo libre”. No obstante, matiza que cuando se trata de alumnado mayor, las clases se ofrecen sobre todo en horario de mañana. En este sentido, el director general destaca que se están presentado problemas con alumnos de Formación Profesional especialmente vulnerables al virus que han de realizar sus prácticas en estos meses: “Estamos intentando buscar soluciones en este sentido y hemos propuesto que realicen trabajos desde sus casas, aunque aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto”.

Derecho a la educación

La Consejería de Educación vela de este modo por el derecho a la educación de los menores. El director general de Personal de la Consejería de Educación, Fidel Trujillo, lamenta que haya familias que muestran su miedo a enviar a sus hijos a los colegios porque estos centros “son los lugares más seguros que hay ahora mismo en Canarias”. No obstante, es consciente de la importancia del servicio de atención domiciliaria para los casos excepcionales de personas que son especialmente vulnerables al virus y, por eso, informa de que la Consejería de Educación ha reforzado el equipo humano para poder sacar adelante los diferentes protocolos y servicios que se han hecho necesarios para hacer frente a la crisis sanitaria.