La miniluna atrapada por la gravedad de la Tierra que fue descubierta en febrero llevaba años en el vecindario de nuestro planeta, a unos 13.000 kilómetros, y ya ha desaparecido. Los hallazgos de un nuevo estudio que describen este pequeño asteroide, una roca de silicato flotante llamada 2020 CD3, se han publicado en el Astronomical Journal.

Grigori Fedorets, investigador postdoctoral del Centro de Investigaciones Astrofísicas de Queen’s University de Belfast y que dirigió la campaña de observación con múltiples telescopios, describió el avistamiento de la miniluna el 15 de febrero como “un raro regalo para los astrónomos”.

2020 CD3 fue descubierto el 15 de febrero de 2020 con un telescopio de 1,5 metros por Kacper Wierzchos y Teddy Pruyne en el Catalina Sky Survey, que opera desde el Lunar and Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona.

Para poder desarrollar este estudio se utilizaron varios telescopios potentes de todo el mundo, incluidos los que se encuentran en Hawai y La Palma, así como el de Arizona.Mediante observaciones, nuestro grupo confirmó que es un fragmento de silicato de un cuerpo más grande.