Damián Iguacen Borau, obispo emérito de Tenerife, nacido en 1916 en Fuencalderas, municipio de Zaragoza perteneciente a la Diócesis de Huesca, ha fallecido este martes en el Hogar Padre Saturnino López Novoa de la capital altoaragonesa, donde residía en los últimos años.

La Diócesis de Huesca lamenta profundamente este fallecimiento por cuyo descanso se celebrará una misa exequial el jueves, día 26, en la Catedral de Huesca, y recibirá sepultura en la Capilla del Pópulo de este mismo templo.

Los fieles que deseen acudir al funeral podrán recoger una invitación en la conserjería del Obispado de Huesca mañana miércoles de 9 a 14 horas y de 16 a 18 horas.

Damián Iguacen Borau cursó estudios en el seminario de Huesca y fue ordenado sacerdote en 1941. Su primer destino lo tuvo en diversas parroquias de la diócesis oscense y se le recuerda especialmente en la de San Lorenzo, según explican desde el obispado altoaragonés.

También se ocupó del vicerrectorado del seminario de Huesca y durante un breve periodo de tiempo fue administrador apostólico de la provincia.

En 1970 se le consagró como obispo en la catedral de Barbastro. Cuatro años después pasó a dirigir la diócesis de Teruel y Albarracín y en 1984 se convirtió en prelado de Tenerife, de donde es obispo emérito.

También ocupó diversos cargos en la Comisión Episcopal Española y publicó varios estudios y libros sobre el patrimonio histórico y sobre advocaciones marianas.