El Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya “saldrá a la calle” a buscar el coronavirus a través de cribados de diversa índole, entre ellos masivos en zonas de alta incidencia, y ultima un sistema para poder recoger en la farmacia una autoprueba, hacerla en casa, y devolverla al mismo establecimiento.

La consellera de Salud, Alba Vergés, y el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, detallaron ayer la estrategia que aplicará el departamento, en paralelo al plan de recuperación de la actividad presentado por el Govern, y que se comenzará a aplicar el próximo lunes. La apertura de restauración, actividades culturales y deportivas, con restricciones, previsiblemente incrementará la actividad social y el riesgo de contagio. Todo ello, en un momento en el que los indicadores mantienen su tendencia a la baja en Cataluña.

Vergés anunció que incorporarán 500 nuevos rastreadores, para sumar “cerca de 3.000”, y que se realizarán cribados comunitarios en zonas de alta incidencia y cribados en colectivos vulnerables, como los ancianos en las residencias, o en grupos como sanitarios o equipos deportivos.