En la lucha contra el coronavirus ganar tiempo es clave y la investigación está dando pasos de gigante a gran velocidad. Además de redoblar esfuerzos para el desarrollo de una vacuna y de antivirales, los científicos se han volcado en el perfeccionamiento de los test de diagnóstico, para poder hacer frente a posibles brotes. Hace un mes vieron la luz los nuevos test rápidos de antígenos, capaces de diagnosticar el SARS-CoV-2 con la misma fiabilidad que las PCR, pero en solo quince minutos. El próximo martes llegará a Canarias un cargamento con un millón de test de este tipo, en el que el Servicio Canario de la Salud ha invertido 4,5 millones de euros. Estas pruebas permitirán tomar medidas de prevención de manera más ágil en función de los resultados de los análisis y, además, dar un respiro a los laboratorios.

La muestra para realizar este tipo de test se recoge por vía nosofaríngea, al igual que en las PCR. A continuación, el hisopo se introduce en un tubo con una solución que inactiva el virus para que no sea contagioso. A partir de aquí, el sistema el muy similar al de un test de embarazo. El hisopo se frota sobre una placa rectangular que contiene una tira con el reactivo y, tras un cuarto de hora de espera, se obtiene el resultado (positivo, negativo o inválido), que se interpreta según las líneas que aparezcan. "Es una prueba de diagnóstico directo que detecta partículas estructurales del virus en las muestras respiratorias", explica el jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), Óscar Díez. Quien detalla que estos test buscan unas proteínas específicas -los antígenos-, que están presentes en la superficie del virus, mientras que las PCR buscan el patógeno completo.

Fiabilidad de las pruebas

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) acredita que la fiabilidad de estas pruebas, que ya se han utilizado en comunidades autónomas como Madrid, Andalucía y Cataluña, supera el 90%. Al inicio de la crisis sanitaria, se hizo un primer intento con este método diagnóstico, pero fracasó. Los test rápidos, fabricados en China, tenían un sensibilidad del 30%, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que debe estar por encima del 80% para que los test sean aptos. Al tener una fiabilidad tan baja, cuando la prueba resultara negativa no hubiera sido posible saber si es un verdadero negativo o un falso negativo. Es decir, el paciente podría estar en realidad contagiado. Por esto, el Gobierno central desechó estas pruebas, lo que generó malestar y recelo. Esta vez las agencias reguladoras, como la FDA estadounidense, han sido más estrictas a la hora de regular este tipo de test en el mercado y a finales de agosto se autorizó la comercialización de dos tests de antígenos a dos empresas farmacéuticas.

"Cuando más sensibilidad tienen estos test es durante los tres primeros días de la aparición de síntomas, y entre el cuarto y el séptimo día la sensibilidad disminuye, pero también es alta", subraya Díez y confirma que "para que dé positivo, el paciente tiene que tener una carga viral muy alta, ya que si no es así pueden darse falsos negativos". El jefe de Microbiología reconoce que todavía no está probada la fiabilidad de las pruebas en las personas asintomáticas, aunque la OMS afirma que quienes no tienen síntomas tienen una carga viral elevada, por lo que también deberían servir para diagnosticar esos casos.

Rápido y de fácil manejo

Otra de las ventajas de los test de antígenos es su coste. Si se adquieren directamente a la farmacéutica que los produce tienen un coste de cuatro euros, frente a los 20 euros de una PCR. "Lo mejor de este tipo de prueba es la rapidez para obtener el diagnóstico, su fácil manejo y que la interpretación del resultado es muy sencilla", detalla Díez. Con los test rápidos se podrá cribar de manera más eficiente a núcleos de población o colectivos con una alta incidencia de contagios. Por sus características, las pruebas se podrá llevar a cabo en centros de atención primaria o, incluso, en residencias de mayores. Estas instalaciones, con población especialmente sensible, dependen de los laboratorios a los que hacen llegar las muestras y este sistema podría brindarles cierta independencia y mejor abordaje de la pandemia.

Un resultado inmediato

Los test de antígenos dan los resultados de forma casi inmediata, por lo que, "si se fija la posibilidad de hacer pruebas en los aeropuertos, esa sería una de las modalidades más adecuadas", apunta Amós García Rojas, jefe del Servicio de Epidemiología del Gobierno de Canarias. El Servicio Canario de la Salud todavía no ha determinado cómo, cuándo y dónde se podrán emplear estos test. Esta semana se reunirá un equipo de especialistas para desarrollar el protocolo de uso de las pruebas.