En un arranque de curso inédito, en el que se impone encontrar el difícil equilibrio entre salvaguardar la salud y recobrar la actividad, Coca-Cola quiere reforzar la necesidad de transitar hacia una recuperación verde, basada en la economía circular para que los residuos vuelvan a convertirse en recursos y no acaben contaminando entornos naturales y mares. Para ello, Coca-Cola convoca, por tercer año consecutivo, el concurso Mares Circulares, con el que impulsa tres estudios científicos y una start-up o iniciativa empresarial que ofrezcan soluciones a la problemática ambiental generada por los residuos en entornos marinos sobre la base de principios y metodologías propios de la economía circular.

El concurso, coordinado desde la Asociación Chelonia, está abierto a investigadores y emprendedores de España y Portugal y cerrará su convocatoria el próximo 30 de octubre. La categoría de estudios científicos tiene una dotación económica de 5.400 euros para cada investigación, mientras que la de start-up, cuenta con 5.000 euros en capital semilla. El certamen se enmarca dentro del programa Mares Circulares, un proyecto en red impulsado por Coca-Cola en España y Portugal y cofinanciado por la Fundación Coca-Cola, para la limpieza de costas y mares, la sensibilización sobre el reciclaje y el fomento de la economía circular. Coca-Cola, siguiendo su estrategia de sostenibilidad, avanza así en sus esfuerzos por contribuir a la conservación del planeta y en su compromiso de recoger y reciclar el equivalente al 100% de los envases que comercializa. De este modo, no solo trabaja en mejorar el diseño, fabricación y distribución de sus envases para que tengan la menor huella ambiental posible, sino para que, al finalizar su vida útil, puedan ser reciclados y reutilizados.

Mares Circulares tiene como socios al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Asociación Chelonia, Fundación Ecomar, Asociación Vertidos Cero y la Liga para la Protección de la Naturaleza de Portugal. Gracias al programa, solo en la edición anterior un total de 30.912 personas tuvieron acceso a distintas acciones de formación y sensibilización, se duplicó el número de voluntarios hasta alcanzar las 11.660 personas y se recogieron 313 toneladas de residuos.

La II edición del concurso premió tres estudios: Madrid Internet of Things Institute, que promueve el uso de contenedores inteligentes de plástico; el departamento de Educación e Investigación del Acuario de Zaragoza, con un estudio sobre la detección de microplásticos; y el departamento de Química Inorgánica e Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba por un estudio para convertir los lodos extraídos del tratamiento de aguas residuales en carbón activo.