El robot quirúrgico Da Vinci instalado en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) está fuera de servicio desde el pasado miércoles. Fuentes sanitarias confirman a este diario que al asistente robótico le faltan unos fungibles que deben sustituirse cada diez intervenciones quirúrgicas, una especie de tarjeta que resetea el sistema en cuanto se alcanza ese cupo de intervenciones. El Da Vinci posibilita hacer unas incisiones y cicatrices más pequeñas, circunstancia que ocasiona menor dolor y mayor comodidad a los pacientes.

En vías de solución

En vías de soluciónPuestos en contacto con el servicio de comunicación del HUC, la gerencia del complejo hospitalario del área metropolitana ha confirmado que el sistema está inoperativo pero, a su vez, expone que "el Hospital Universitario de Canarias está estudiando una solución para ofrecer una respuesta lo más rápida posible, al tiempo que pone de manifiesto que las intervenciones quirúrgicas se siguen realizando por laparoscopia. En este sentido, no se ha dejado de intevenir en ningún momento a los pacientes que tenían una operación prevista".

La alta fiabilidad y, sobre todo, los buenos resultados que se han obtenido con esta cirugía robótica han convertido al Da Vinci en una ayuda valiosa a la hora de acelerar los tiempos de recuperación de un paciente, lo que supone acortar el uso de una cama hospitalaria. Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico existe cierto malestar por el hecho de que algo tan costoso -El Servicio Canario de Salud pagó 2,17 millones de euros por cada una de las unidades que existen en las dos capitales de provincia- se pueda quedar fuera de servicio por no disponer de los repuestos que impidan su funcionamiento.

¿Cómo funciona?

¿Cómo funciona?El robot Da Vinci está formado por tres elementos: una consola quirúrgica, una unidad de control y la torre de visión. El cirujano que se sitúa frente a la consola dirige la intevención -el sistema recibe las órdenes en tiempo real y reproduce los movimientos de las manos, la muñeca y los dedos del especialista- a partir de un brazo robótico (4 apéndices) que permite realizar unos movimientos en 360º, algo que no está al alcance de una mano humana. La unidad de control es el punto en el que se sitúa el paciente y cuenta con cuatro brazos móviles e intercambiables, mientras que la torre de visión es la unidad central de elaboración y procesamiento de todas las imágenes en 3D. Hasta que dejó de operar el Da Vinci del HUC, las especialidades que mayor rendimiento le estaban sacando son las cirugías digestivas, general, maxilofacial, torácicas y Otorrinolaringología, así como los servicios de Ginecología y Urología.

El Hospital Universitario de Canarias y el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria son dos de los 24 centros hospitalarios españoles que en la actualidad realizan operaciones quirúrgicas con el Da Vinci, una salto de calidad para la cirugía moderna que desde su homologación suma más de tres millones de intervenciones a nivel internacional. Por ahora, la unidad que se instaló en el HUC sigue a la espera de que llegen los recambios.