Los brotes de coronavirus en España siguen en aumento, lo que ha provocado que se disparen los positivos, sobre todo por los focos de Lleida, hasta alcanzar los 333 en las últimas 24 horas, a las puertas de un fin de semana marcado por las elecciones en Galicia y Euskadi, donde los contagiados no podrán ir a votar.

Las comunidades autónomas continúan notificando brotes y entre los que más preocupan siguen estando los de Lleida, donde hay localizados una veintena, doce de ellos en empresas hortofrutícolas y cuatro en residencias de la tercera edad.

Sobre la situación en la zona, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Lleida, Ramon Mur, ha asegurado que en mayo ya avisaron a Salud de la necesidad de actuar sobre las condiciones en que trabajaban y vivían los temporeros, que podían facilitar los rebrotes.

Según los datos difundidos ayer por el Departamento de Salud, la comarca leridana del Segrià ha registrado en un día 280 nuevos positivos, la cifra más alta desde que se decretó el confinamiento perimetral de los 210.000 habitantes de los 38 municipios de esta zona.

De hecho, los hospitales de Lleida han doblado el número de personas ingresadas por la Covid-19 en pocos días.

La Generalitat ha informado de que habilitará dos nuevos dispositivos en la ciudad de Lleida para atender a pacientes. El sindicato Metges de Catalunya (MC), mayoritario entre los facultativos catalanes, ha denunciado que la falta de recursos humanos "dinamita la capacidad de respuesta" contra los brotes en el territorio.

En Cataluña también se conoció ayer que al menos cuatro personas han dado positivo en el test de coronavirus en los municipios barceloneses de Vilassar de Dalt y Cabrils, donde una decena de jóvenes presentaron síntomas compatibles con la pandemia después de haber participado hace unos días en una fiesta en la playa.

Otro de los brotes que más atención ha centrado estos días es el de A Mariña, en Lugo, donde se han registrado otros 17 positivos y ya son 182, aunque todos ellos se han dado en contactos que ya estaban aislados, por lo que parece que el brote "está acotado".

No obstante, la población de Burela (Lugo), el foco del brote, no podrá salir del municipio en los próximos cinco días, de manera que se endurecen las restricciones para este pueblo costero, y en el caso de los residentes en las localidades de Viveiro, Xove, Cervo, Foz, Barreiros y Ribadeo solamente podrán desplazarse entre dichos municipios.

El País Vasco es la otra comunidad con uno de los brotes que ha centrado también la atención estos últimos días -el de Ordizia, que ha alcanzado 69 contagios desde que fue identificado, once más que el jueves- y que vivirá el domingo su jornada electoral.

Unos 200 vascos, no solo del brote de Ordizia, con infección activa tampoco podrán votar y los contactos estrechos con PCR negativa y que están en aislamiento preventivo lo deberán hacer con medidas de "extrema" seguridad, preferentemente con el voto preparado de casa y en las horas de menos afluencia.