Los menores canarios podrán acudir a los campamentos de verano que habitualmente gestionan los ayuntamientos también este año. La conciliación de la vida familiar y laboral se ha convertido en uno de los mayores problemas en la vuelta a la normalidad tras la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus y las administraciones públicas desean ofrecer alternativas a los padres para que sus hijos se encuentren en un lugar seguro mientras ellos han de volver al trabajo. Por eso, los municipios canarios han apostado por dar continuidad a los campamentos de verano que se desarrollarán con un máximo de 200 menores divididos en grupos de diez. Esto supone que el aforo se reducirá al 75%.

El inicio de estas actividades depende de una decisión de los consistorios canarios. Y todos ellos ya se encuentran autorizados por la nueva normativa estatal para poder organizar campamentos desde que finalice el curso escolar en las próximas semanas. Del mismo modo, las empresas privadas que deseen inaugurar estas actividades estivales también podrán llevarlas a cabo puesto que están autorizadas para ello, siempre que cumplan con las medidas de seguridad establecidas para estas acciones.

La Federación Canaria de Municipios (Fecam) solicita a todos los organismos y empresas que decidan finalmente poner en marcha estos servicios durante los próximos meses que "se ajusten a las reglas de funcionamiento de lo que se denomina la nueva normalidad; siempre con precaución y responsabilidad", precisa el presidente de la Comisión de Educación de la Fecam, Francisco Linares.

A pesar de contar con la posibilidad de iniciar estos servicios en la época estival, la Federación de Municipios no conoce aún el número exacto de municipios que decidirán sumarse a la invitación. No obstante, la agrupación estima que "disminuirán con respecto a años anteriores teniendo en cuenta que venimos de una pandemia que ha marcado un nuevo estilo de vida", explica el presidente de la Comisión de Educación.

Lo que está claro es que este año nada será igual, tampoco durante los meses de verano. Y por eso la Fecam apuesta por un "nuevo estilo de campamentos con nuevas normativas". Francisco Linares explica que "las medidas preventivas de los campamentos municipales o privados del próximo verano serán muy duras y restrictivas para evitar cualquier tipo de contagio".

El principal objetivo es que estos campamentos sean lo más seguros posibles dadas las circunstancias y, "sobre todo, que irradien seguridad a las familias", puntualiza Linares. El también alcalde de La Orotava añade que "no tengo dudas que los ayuntamientos que los lleven a cabo harán protocolos de actuación serios y rigurosos". Por tanto, además de las medidas establecidas por el Gobierno de España para las actividades en grupo, cada municipio o empresa privada tendrá que poner en marcha también sus propios protocolos para que se puedan desarrollar con las medidas de seguridad sanitaria e higiene necesarias.

No obstante, Linares adelanta que las medidas que vienen establecidas en la normativa contemplan un máximo de 200 personas por cada campamento, con el 75% de los aforos y la realización de actividades en grupos con un máximo de 10 personas. Además, se tendrá que garantizar en todo momento el distanciamiento social y se establecerá el uso de mascarillas durante el máximo tiempo posible, siempre que la actividad a realizar así lo permita. "Simplemente trataremos de trabajar ajustándonos a la normativa vigente", concluye Linares.

Conciliación

A pesar de la posibilidad de organizar campamentos de verano dependientes de los ayuntamientos el Gobierno de Canarias ha optado por cancelar aquellos centrados en la inmersión lingüística y que también tenían lugar en los colegios de las Islas. Esto se debe a que no ha habido tiempo suficiente para poner a punto estos servicios desde que la situación ha mejorado.

La Federación Canaria de Municipios es conocedora de la importancia que tienen todos estos campamentos, así como las escuelas infantiles y los centros escolares, para la conciliación familiar, más allá de la labor pedagógica indiscutible de cada uno de estos servicios. Por eso, el colectivo ha optado por permitir la organización de estas actividades estivales, a pesar de que "ahora tendremos que conciliarlo todo además con la prevención y la pandemia", señala Linares.

El presidente de la Comisión de Educación indica que la Fecam "no marcará pautas a seguir puesto que estas vienen ya marcadas por la normativa estatal y los ayuntamientos solo tendrán que cumplirla, y deberán estar supervisados por técnicos del Gobierno de Canarias. No contamos con capacidad jurídica para dictar normativa, eso es algo que le compete a otras administraciones".