El coronavirus va remitiendo, poco a poco, en los países europeos después de dos meses duros en los que el confinamiento en casa ha sido la norma a seguir. La mayoría del continente ya se encuentra en pleno proceso de desescalada, y poco a poco se van permitiendo nuevas actividades que hasta ahora estaban totalmente prohibidas.

En Italia, por ejemplo, ya se permiten las bodas. Sin embargo, lo que paso en un pueblo no lo vio venir el Gobierno. En Vergato, municipio de Bolonia, una boda acabó con 31 personas en cuarentena por culpa de un positivo, el de la novia que casaba. El alcalde de la localidad, Stefano Pozzi, ha asegurado que se estaba cumpliendo tanto con las distancias de seguridad como los protocolos de aforo. Dos decenas que acudieron a la boda, además de otros 11 amigos y conocidos, están en cuarentena y bajo vigilancia.

La mayoría de personas infectadas proceden de Treviso, por lo que hay cierto miedo a que este brote pueda haber afectado a otra región.