El servicio de Cardiología del Hospital de la Candelaria ha desarrollado un nuevo protocolo para monitorizar el riesgo de arritmias en pacientes ingresados por COVID-19 durante su hospitalización.

El sistema, ideado en colaboración con los servicios de Medicina Interna y Neumología, consiste en utilizar un pequeño dispositivo inalámbrico capaz de realizar un electrocardiograma en 30 segundos al colocarlo sobre el tórax del pacientes, cuyos resultados se envían por señal bluetooth a un móvil que esté situado hasta diez metros de distancia.

Una nota del centro hospitalario indica que este aparato, poco mayor que un pendrive, sustituye a los electrocardiogramas convencionales de gran tamaño, lo que permite reducir el riesgo de contagio por contacto, es fácil de limpiar y evita, además, la impresión de pruebas en papel.

Según explica el jefe de Cardiología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, Julio Hernández, la combinación de diferentes fármacos para el tratamiento del coronavirus junto con la medicación habitual puede afectar al corazón, por lo que es importante realizar un seguimiento más estrecho de los pacientes ingresados por esta causa.

Agrega que ya se ha empleado este sistema en 80 pacientes covid, a los que hemos practicado más de 200 pruebas de forma satisfactoria.

"El aislamiento de contacto de estos pacientes dificulta la realización de electrocardiogramas convencionales porque se debe llevar hasta la habitación del paciente un aparato de gran volumen y numeroso cableado, y desinfectarlo perfectamente después de cada uso para evitar contagios", señala Pedro Laynez, jefe del servicio de Medicina Interna de este centro hospitalario.

Laynez, además, pone en valor la facilidad para trasladar, realizar las pruebas, desinfectar este dispositivo y ganar en seguridad para los profesionales de la planta.

Por su parte, el jefe del servicio de Neumología, José Luis Trujillo, destaca la colaboración entre diferentes servicios del Hospital durante esta crisis.

El servicio de Cardiología de La Candelaria ha realizado y presentado a la Revista Española de Cardiología un estudio que compara los resultados obtenidos con este dispositivo electrónico frente al electrocardiograma convencional.

Nerea Torres, médica interna residente del servicio de Cardiología, es una de las autoras de este estudio sobre la monitorización de pacientes ingresados por COVID-19 para controlar y detectar posibles arritmias.

"Lo interesante de esta publicación es que puede servir para que otros hospitales adapten este protocolo para el seguimiento de pacientes ingresados por COVID-19 en condiciones similares", indica Torres.

Señala que en el estudio realizado "al comparar los resultados de ambos dispositivos se ha comprobado que el uso del dispositivo portátil es perfectamente válido para este tipo de pacientes".

"Realizar un control electrocardiográfico nos permite adelantarnos e identificar quién presenta más riesgo de sufrir arritmias asociadas a este nuevo coronavirus por la interacción de ciertos fármacos y así evitarlas modificando algunos tratamientos", explica.