¿Qué es lo que más le ha sorprendido de esta pandemia?

La rapidez con la que cambió nuestro mundo tal y como lo conocemos, y ver en directo el poder que tienen estos diminutos organismos llamados microbios para propagarse y causar el caos.

¿Qué papel juegan las bacterias en esta crisis sanitaria?

Pueden llegar a jugar un papel fundamental. Históricamente, en todas las pandemias causadas por virus, las bacterias han contribuido a la mortalidad de las personas infectadas. Por ejemplo, en la pandemia de la gripe de 1918, hubo 50 millones de fallecidos en todo el mundo. El 95% de esas muertes fueron causadas por infecciones secundarias por bacterias. Estos microorganismos tienen una capacidad adaptativa sin precedentes, de tal manera que si el virus se encarga de disminuir nuestras defensas, las bacterias pueden aprovecharse de la situación para empeorar la infección.

En la ciudad china de Wuhan, donde se originó el SARS-CoV-2, se ha realizado un estudio sobre esta cuestión. ¿Cuáles son sus principales conclusiones?

Se observó que uno de cada siete hospitalizados con la enfermedad, la Covid-19 adquiere una infección secundaria bacteriana, y que la mitad de esos pacientes mueren por estas infecciones. Es todavía un resultado preliminar, ya que se deriva de un solo estudio, pero si analizamos los resultados clínicos históricos de pandemias anteriores, no me sorprendería que se viesen muchos más casos de pacientes infectados con bacterias. Otra cosa que me preocupa es el uso masivo de antibióticos en el contexto de la Covid-19, lo cual puede actuar como presión selectiva para desarrollar mecanismos de resistencia, incrementando la incidencia de bacterias superresistentes.

¿En su laboratorio de la Universidad de Pensilvania están llevando a cabo algún proyecto de investigación sobre Covid-19?

Así es. Desde el inicio de esta crisis sanitaria, la Universidad de Pensilvania contó con nosotros para ayudar. De hecho, seleccionó a mi laboratorio como uno de los pocos en los que se permite la investigación debido al potencial de nuestro trabajo en el contexto de esta pandemia. Estamos intentando desarrollar diagnósticos capaces de detectar el coronavirus de manera rápida y barata. También estamos realizando experimentos con el objetivo de identificar moléculas con actividad anti-SARS-CoV-2. Tenemos datos contra un seudovirus muy preliminares que son prometedores.

¿Es realista que la vacuna esté a lo más tardar en 18 meses?

El desarrollo de una vacuna eficaz es crítico. Ya hay varias que se están testando en humanos. El plazo que se da normalmente en estos casos es de 18 meses, pero luego la vacuna se tiene que manufacturar y distribuir de manera global, lo cual lleva asociado otra serie de problemas y obstáculos.

¿Es posible desarrollar esa vacuna con garantías sin conocer ese dato a medio o largo plazo?

En la Universidad de Pensilvania se están haciendo estudios pioneros usando suero de pacientes previamente infectados como potencial cura. Todavía es muy pronto para poder decir si esta estrategia funciona, pero es prometedora. Creo que mis colegas conseguirán desarrollar una vacuna efectiva.

¿Qué panorama cree que nos espera en los próximos meses?

Más incertidumbre. Es crucial tomarse en serio las medidas de protección a nivel social para intentar prevenir, en la medida de lo posible, una recaída. Medidas tan sencillas como usar mascarilla y guardar la distancia social son esenciales. Sería conveniente implementar, también, otras más específicas, como no poder entrar en un supermercado si no se lleva mascarilla, una medida que está funcionando muy bien en Philadelphia.

¿Cómo veremos este coronavirus en 10 años?

Como una pesadilla borrosa. Espero que también lo recordemos como un proceso de aprendizaje para que la próxima vez que haya una pandemia estemos todos mejor preparados.

¿Confía en que esta crisis suponga un antes y un después para la inversión en ciencia?

Espero que sí. Es evidente que sin ciencia y tecnología somos tremendamente indefensos en situaciones de una magnitud como la actual. De la noche a la mañana, los sanitarios y los científicos se han convertido en los héroes de nuestra sociedad. Sin fútbol, cine ni música, el foco ha ido a parar a los individuos que realmente nos pueden sacar de problemas globales como este. Confío en que la ciencia continúe siendo la estrella de nuestra sociedad y que los niños y niñas de hoy sueñen con llegar a convertirse en los investigadores e ingenieros de mañana.

¿Aprenderemos la lección y seremos capaces de 'esquivar' próximas pandemias?

Habrá más pandemias, pero es fundamental aprender de este proceso. Esto conlleva no solo acordarse de este periodo, sino implementar medidas específicas de rápida ejecución para responder de manera eficiente cuando aceche la próxima pandemia.

¿Cómo vive en Estados Unidos esta crisis sanitaria?

Hay un respeto generalizado. Considero que el alcalde de Philadelphia, Jim Kenney, de momento ha hecho un buen trabajo, aunque es cierto que las medidas de cuarentena no son tan estrictas como en España. Aquí, por ejemplo, ya se podía salir a la calle a caminar, a correr, etc... Estamos ante un panorama tremendamente complejo donde hay que hilar fino.