Con cierta fascinación, este lunes los canarios pudieron ver, tras la caída del sol -sobre las 20:09 horas-, un tren de 60 satélites orbitando alrededor de la tierra a unos escasos 270 kilómetros de altura y dejando una larga estela blanca y brillante. Lo que pudieron observar fue el paso de este grupo de astros -que forman parte del proyecto Starlink de SpaceX- en una de sus primeras vueltas al planeta. Un recorrido que había comenzado apenas unas horas antes, cuando el millonario dueño de la compañía Elon Musk decidió mandarlos despedidos hacia la atmósfera desde el complejo 40 de Cabo Cañaveral a bordo del cohete Falcon 9

El raro fenómeno sorprendió incluso a algunos astrónomos canarios que se apresuraron a recabar los datos más descriptivos de este raro bólido con gran interés. Así, teniendo en cuenta su dirección oeste, su movimiento de norte a sur y sus 5 grados de estela determinaron finalmente que esa luz blanca y brillante y en línea recta no tenía nada que ver con ningún bólido (meteoritos que se funden antes de llegar al suelo) de los que suelen visitar el cielo canario. De hecho, poco después pudieron constatar que el raro fenómeno formaba parte del ambicioso proyecto que el físico y magnate, Elon Musk, lleva preparando desde 2015. ¿Su objetivo? Crear una constelación de más de 12.000 satélites que proporcionen un servicio de internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial de bajo coste.

El lanzamiento de los primeros 60 satélites se llevó a cabo el 23 de mayo de 2019. Pero el que se pudo ver este lunes constituye el quinto lanzamiento de satélites de comunicaciones de los dos que se planean realizar mensualmente durante este año. De hecho, se espera que en este 2020 comience la actividad comercial de la macro constelación de satélites.

Como explicó el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y director del Museo de las Ciencias y el Cosmos, Héctor Socas, la escasa altura de su órbita en las primeras horas después de ser eyectados es lo que ha permitido contemplarlos a simple vista. A medida que van adquiriendo su altura operacional, y una vez alcancen una altitud de unos 500 kilómetros, dejarán de ser visibles para el ojo. Como señaló Socas, "en los próximos dos días llegarán a su órbita final y solo se podrán ver a través de telescopio".

En el lanzamiento, que se produjo a las 10:00 de la mañana en Florida (aproximadamente las 15:00 horas en Canarias), el cohete, el Falcon 9, portó el tren de 60 satélites hasta alcanzar 270 kilómetros de altura, donde los eyectó. Fue entonces cuando los satélites empezaron su trayectoria conjunta orbitando alrededor de la Tierra y buscando alcanzar su altura final. Tanto el lanzamiento como el despliegue de los satélites, según la empresa del magnate de SpaceX, fue considerado todo un éxito, aunque el Falcon 9 nunca regresó. "No se sabe muy bien lo que le ocurrió al cohete", explicó Socas.

Orbitando a distintas alturas

Se espera que los 4.425 satélites de SpaceX que fueron aprobados por Estados Unidos en primer lugar orbiten a altitudes de entre 1.110 y 1.325 kilómetros, muy por encima de la Estación Espacial Internacional. Mientras que otros 7.518 satélites de banda ancha se encontrarán en la órbita terrestre muy baja (VLEO) y operarán a altitudes entre 335 y 346 kilómetros.

A largo plazo, SpaceX pretende desarrollar e implementar una versión del sistema de comunicación por satélite que se usaría en Marte. A medio plazo, la compañía espera que Starlink genere ingresos suficientes para financiar el proyecto de transporte de Marte, que siempre ha sido la gran ambición de Musk. De hecho, el millonario ha mostrado en diferentes ocasiones su afán de preservar la raza humana mediante la expasión y colonización de otros planetas. Musk ha señalado que "tarde o temprano, debemos expandir nuestras vidas más allá de esta bola verde y azul o nos extinguiremos".