¿Qué aspectos de sus contribuciones cree que le han hecho merecedor de esas distinciones?

Según los comités de los premios que tengo el honor de haber recibido, los principales motivos han sido mis contribuciones a la resolución de dos problemas matemáticos "famosos", los nº 7 y nº 17 de la lista de Smale. Stephen Smale (medalla Fields en 1966) es uno de los matemáticos vivos más prestigiosos e influyentes, y a finales del siglo pasado elaboró una lista de problemas que han guiado los esfuerzos de numerosos matemáticos. En particular, el nº 17 busca métodos para resolver un tipo de problemas matemáticos -sistemas de ecuaciones polinomiales- que modelan muchos procesos químicos, industriales, económicos, etc. El nº 7 busca describir conjuntos de puntos "bien distribuidos", por ejemplo sobre la superficie de la Tierra, con buenas propiedades, como cubrir de manera óptima el territorio. Este problema tiene aplicaciones en Física y otras disciplinas. Mis progresos fueron consecuencia de la colaboración con colegas y maestros como Luis M. Pardo y Michael Shub, entre otros muchos.

¿Cuál es su opinión sobre las oportunidades que tienen los jóvenes para dedicarse a la investigación matemática en nuestro país?

Hoy en día hay dificultades para conseguir financiación predoctoral o una posición, incluso temporal, en una universidad, pero no es imposible. De hecho hay posiciones para las que no se presenta ninguna candidatura. Creo que una persona decidida a dedicar su esfuerzo y talento a la investigación matemática, tiene probabilidades de conseguirlo.

¿Qué claves deberían tener en cuenta los jóvenes para desarrollar una carrera investigadora con éxito?

Si se trata de un alumno de máster, la elección más importante es quién le dirigirá la tesis y cuál será su temática. Es necesario buscar una persona que esté dispuesta a dedicarle tiempo y que trabaje un tema que al joven investigador le resulte emocionante, y donde lograr algo sea posible y divertido. Si es alguien que está terminando la tesis doctoral, mi primera recomendación sería la de abrir nuevos frentes en su investigación, realizando una estancia postdoctoral en la que colabore con personas distintas de quienes le dirigieron la tesis. Mi segunda recomendación sería tener presente algún problema importante en el que pensar, a la vez que se realizan progresos más modestos, leer más allá del ámbito exacto de su propia investigación y buscar colaboraciones provechosas.

¿Qué campos de la Matemática piensa que contribuirán más en la resolución de problemas en los próximos años?

Es tentador prestar mayor atención a los progresos que vienen de áreas nuevas, pero la contribución máxima de las Matemáticas a la humanidad seguirá siendo la que proporcionan las áreas clásicas, con su increíble flexibilidad, su fabuloso poder transformador y sus vastas áreas de aplicación.