Un joven de 19 años ha sido condenado a cumplir cuatro años en un centro de menores por agredir sexualmente a su prima desde que la niña tenía seis años. El acusado reconoció los hechos durante el juicio llevado a cabo en su contra.

El fallo, al que ha tenido acceso LA PROVINCIA / DLP, dictado por la jueza Mercedes Martínez Sánchez del Juzgado de Menores Número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, recoge que F. J. C. M., en distintas fechas indeterminadas, pero comprendidas entre el 1 de junio de 2015 y la Semana Santa de 2018, se "aprovechó" de las visitas continuadas que realizaba al domicilio de su abuela materna situado en Gáldar, lugar en el que también residía la víctima, que tenía seis años cuando comenzó a ser agredida, y la llevaba hasta el dormitorio principal de la vivienda ubicado en la planta superior, y tras cerrar la puerta, "guiado por satisfacer sus deseos libidinosos" le introdujo, en repetidas ocasiones, los dedos en la vagina, además también la penetró tanto vaginal como analmente y la obligaba a que le realizara felaciones.

El ahora condenado amedrentaba a la víctima para lograr sus objetivos, ya que le decía que si contaba algo de lo que estaba sucediendo le haría daño a ella y a su hermana menor. Asimismo, el fallo revela que la niña, a consecuencia de estas agresiones sexuales, sufrió diversas lesiones.

Por todo ello F. J. C. M., que reconoció los hechos en la vista oral, ha sido condenado por un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años, a la medida de cuatro años de internamiento cerrado complementada con cinco años de libertad vigilada, así como la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, ya sea en su domicilio o cualquier lugar frecuentado por ella y no comunicarse de ningún modo con la niña, ambas prohibiciones durante cinco años.

La sentencia, que es firme ya que el condenado aceptó ser el autor de los hechos y se llegó a un acuerdo entre las partes, también impone al agresor y a sus padres como responsables subsidiarios, a que indemnicen a la menor con 20.000 euros por las lesiones sufridas y los daños morales causados. F. J. C. M. tenía 15 años cuando comenzó a abusar de su prima, razón por la cual ha sido juzgado como un menor y en vez de ser condenado a la pena de prisión, ha sido enviado a un Centro de Internamiento Educativo de Menores Infractores de régimen cerrado.

Los padres de la menor han explicado a este medio que su vida ha dado un cambio drástico en el que, además de mudarse de la vivienda en la que residían, han tenido que cambiar a la niña de colegio. También aseguran que las tías maternas de la víctima y del condenado, en vez de prestarles apoyo o mantenerse en una situación neutral, han preferido apoyar al agresor y darles la espalda a ellos. Los progenitores de la menor manifiestan, a su vez, que sus hijas han vivido un infierno, la agredida no puede dormir sola porque tiene miedo, mientras que su hermana menor sufre de ansiedad. Las dos niñas se encuentran todavía bajo tratamiento psicológico producto de estos hechos.

Cuentan también que han sido atacados por apoyar a su hija y no permitir que estas agresiones quedaran sin castigo. También han destacado la implicación del letrado de la acusación particular, quien se ha comprometido con la causa, tanto como persona, como profesional, ya que aseguran que ha sido el pañuelo de lágrimas de la familia.