Los cerca de 20 españoles que se encontraban atrapados en la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus, desde que comenzó la cuarentena de la ciudad hace dos semanas, iniciaron ayer camino del aeropuerto y, si la operación culmina con éxito, volaron la pasada madrugada local en un avión británico a Londres y luego a Madrid. Los españoles viajaron junto a 200 ciudadanos británicos en un vuelo charter contratado por Londres a la aerolínea española Wamos Air, que aterrizó ayer en el aeropuerto de Wuhan procedente de Hanoi y que partió a las 07.00 horas locales (23.00 hora canaria), con dos horas de retraso. El avión voló desde China a Londres, donde desembarcarán los británicos y -sin que los españoles pisen suelo del Reino Unido- continuará hasta Madrid, donde se espera su llegada hoy.

Tienen previsto llegar hoy a primera hora de la tarde a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y serán trasladados al Hospital Gómez Ulla para pasar 14 días de cuarentena. Una vez en España, serán puestos en cuarentena durante 14 días en el hospital militar Gomez Ulla de Madrid, donde se les ha reservado una planta completa, según confirmó hoy el ministerio de Sanidad español. La planificación de la evacuación ha sido complicada y funcionarios británicos han tenido que negociar con el Gobierno chino todo el día para cerrar los detalles, en permanente contacto con la diplomacia española en Pekín.

Las autoridades chinas no recomiendan evacuar a los extranjeros de Wuhan ya que consideran que podría ser contraproducente para la lucha contra la propagación de la enfermedad, aunque han asegurado que no lo impedirían. En cualquier caso, no permiten que ningún extranjero que presente fiebre o síntomas de haber sido contagiado pueda subirse a un avión de repatriación. En el mismo aeropuerto tendrán que someterse a controles de temperatura. Pekín tampoco está dispuesto en principio a que los cónyuges chinos de ciudadanos extranjeros puedan viajar con ellos, lo que, en el caso de los españoles, afecta a seis parejas mixtas.

El propio desplazamiento hasta el aeropuerto tuvo que organizarse en automóviles privados, ya que la cuarentena en que se mantiene a Wuhan -una ciudad de 11 millones de habitantes- prohíbe la circulación de vehículos a motor, salvo contadas excepciones. "Hemos tenido que buscar transporte preguntando a taxistas, a través de amigos y conocidos, en coordinación con el Consulado de España que nos pidió todas las matrículas para facilitarlas a los controles chinos y que nos dejen pasar", explicó a Efe Oliver Cuadrado, minutos antes de recibir la instrucción del consulado para dirigirse al aeropuerto.

Oliver, entrenador de porteros del Wuhan Three Towns, aguardaba inquieto en su casa con la maleta hecha, junto a la decena de compañeros españoles que trabajan para el mismo equipo, a que se produjera la ansiada llamada del consulado. "Estamos contentos, aunque nerviosos por que todo salga bien y podamos estar finalmente fuera de aquí, es una mezcla de sentimientos", afirmaba el técnico madrileño, consciente como el resto de sus compañeros de las dificultades que entraña la evacuación. El director deportivo del club, el sevillano Pedro Morilla, explicaba también que se trata de una evacuación complicada, en la que deben llegar con seis horas de antelación al aeropuerto y pasar hasta dos controles del Ejército chino, donde les tomarán la temperatura y comprobarán que no tienen síntomas de estar infectados por el coronavirus.

"Con ganas de volver"

"Estamos con muchísimas ganas de que se produzca todo, de montar en ese avión, llegar a Londres primero y luego a Madrid, donde, por supuesto nos vamos a someter a todos los controles que la sanidad española crea conveniente", afirmó Morilla, quien recalcó que tanto él como sus compañeros siguen "estando bien, sin síntomas de la enfermedad".