Llega la época del año fría. El invierno es una de las estaciones más esperadas por muchos canarios, ya sea para escapar del paraíso continuo de sol y playa o porque apetece estrenar esa ropa un poco más abrigada de lo habitual. Con el solsticio de invierno, que este año sucederá a las 04:19 horas de la madrugada de este domingo 22 de diciembre, llegan a las islas esas bajas temperaturas tan esperadas.

Con esta noche, la más larga del año, el frío hace acto de presencia por fin a Canarias, pero lo hará siguiendo una tendencia hídrica habitual en este año 2019: sin una gota de lluvia. Así lo constata la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que afirma que, mientras las precipitaciones se colocarán en registros por debajo de lo habitual, el frío hará acto de presencia por la puerta grande, convirtiéndose este diciembre en uno mucho más frío del que estamos acostumbrados.

Libre de tormentas

El Archipiélago va a sortear, al menos durante las fiestas navideñas, las tormentas que están afectando a otros puntos de la geografía española. El característico influjo de los vientos alisios predominará de manera general en todas las Islas con lo que ni la borrasca Elsa ni la Fabién tendrán oportunidad de alcanzar esta zona del Atlántico.

La razón de los solsticios, que suelen acaecer entre el 20 y el 23 de diciembre cada año, tiene su origen en la inclinación de la Tierra en su eje de rotación: una media de 23,5 grados con respecto al Sol. Nuestro planeta no está perfectamente alineado, la inclinación de la Tierra determina dos fenómenos: solsticios y equinoccios. Cada uno de ellos se repiten dos veces al año y determinan las estaciones.

En esta ocasión será el Polo Sur de la Tierra el que se encuentre mirando al Sol, alcanzando su posición más meridional en el cielo y colocándose sobre el Trópico de Capricornio, lo que hará que la zona sur tenga más radiación solar. Esa será la posición exacta del planeta en el momento en que arranque oficialmente el invierno.

Durante los próximos tres meses, el astro lo tendrá hartamente complicado para lograr que ambos hemisferios puedan recibir la misma cantidad de luz. Esto conlleva a que el Sol se deje ver menos por un hemisferio que por el otro y esos momentos en que la estrella deja de brillar -al menos desde nuestro punto de vista-, la luna hace acto de presencia. Y el influjo de la luna es determinante en el frío invernal.

Colisión de Theia

La inclinación del eje de la Tierra tiene su origen en la colisión de un gran objeto extraterrestre llamado Theia . Su impacto, según la NASA, también causó un gran orificio en la superficie terrestre resquebrajándola. Todos los materiales se lanzaron hacia la órbita terrestre, lo que los científicos consideran que pudo ser el origen de la Luna.