La Navidad es sinónimo de familia, de compartir y de expresar los buenos sentimientos que todos tenemos, especialmente los niños. Son ellos los verdaderos protagonistas de unas fechas entrañables, especialmente en los últimos días del cole antes de las vacaciones navideñas. Es el caso, por ejemplo, y por escoger uno al azar, del colegio Isabel La Católica de Santa Cruz de Tenerife, en donde la Navidad se vive de una forma especial.

En este caso, los niños y niñas del centro público se convirtieron el jueves por la noche en figurantes de un espectacular Belén viviente muy sobrado de detalles "y bien currados" por parte de toda la comunidad educativa, un espectáculo que convirtió el colegio, que cuenta con más de 230 alumnos, en uno de los atractivos del ámbito del nuevo Santa Cruz.

Más 800 personas visitaron el Belén y compartieron con los niños protagonistas, con los profesores, sus padres y los amigos que no se quisieron perder uno de los actos más esperados por el equipo de Dirección del centro comandado por Tanausú Cabrera. Precisamente en este curso se estrena como director tras relevar en el cargo al eficiente Samuel Neris, que a su vez lo hizo lo propio con el recordado y activo Felipe Cordero.

Cabrera "ha recogido el testigo a lo grande", destacan sus compañeros a sabiendas de que superar el reto de las actividades de años anteriores era francamente difícil. "Pero lo ha logrado", dicen sin dudarlo. Durante los últimos tres meses la comunidad educativa ha trabajado a destajo para poner valor la Navidad en el Isabel La Católica, un colegio que cuenta ya con 87 años de historia y que se ha convertido en referencia "gracias al gran equipo que conforma el colegio. Son profesores siempre dispuestos a poner su granito de arena para que salga todo bien", señala Cabrera con orgullo al que le pregunta.

En este caso, los niños representaron el nacimiento, participaron de un pueblo en donde no faltaba de nada, incluidos los gestos y guiños a la canariedad y sus tradiciones.

Durante esos tres meses, padres, profesores, cuidadores y voluntarios en general se curraron unos escenarios de libro, unos espacios que fueron "vividos" por los pequeños protagonistas ante el orgullo de unos padres que siempre les verán como ángeles.

Fue una parte de la jornada especial, porque ayer los niños se enfrentaron al reto de entregar sus cartas a los Reyes Magos, todas las ilusiones puestas en unos folios de peticiones que sin duda llegarán a sus majestades. Ellos, los más grandes, harán todo lo posible para cumplir con los deseos de los más pequeños, jóvenes y no tan jóvenes. Y el reto de superar todo lo anterior era muy complicado para la Dirección del cole. Los niños dispuestos en el patio, los padres detrás de unas vallas y los profesores cuidando de que todo estuviera bien tuvieron que enfrentarse a una experiencia única: La llegada desde el espacio del universo Marvel.

Las mejores postales de Navidad

Un ruido ensordecedor proveniente de la atmósfera paralizó el acto de entrega a los niños de los premios por las mejores postales de Navidad, que serán repartidas impresas estos días. Ante todos ellos apareció en el patio el mapache Rocket, el peludo, simpático y peligroso integrante de los Guardianes de la Galaxia con un tremendo fusil anunciando que había dejado su nave espacial en el peatonal del frente del colegio.

Minutos más tarde llegaron Spiderman y el esperado paje para recoger las cartas. Fue el momento en el que Rocket y el hombre araña hicieron de las suyas con sus bailes gracias a la intermediación de los profesores que confesaron a sus alumnos que eran amigos suyos. A partir de ahí, el patio se convirtió en un auténtico espectáculo que será difícil de olvidar.