La implantación efectiva de la tecnología de monitorización continua para los pacientes con diabetes en Canarias está siendo demasiado lenta. La escasez de profesionales específicos para realizar la formación previa a su dispensación está contribuyendo a generar un cuello de botella que produce que a día de hoy, varios meses después de empezar a ser financiados por el Servicio Canario de la Salud (SCS), solo el 7,6% de los pacientes con diabetes tipo 1 (los que pueden acceder a esta prestación) de Canarias tienen autorizada la implantación de sistemas flash o de monitorización continua.

Para que un paciente pueda acceder a esta prestación, autorizada para su dispensación desde el pasado mayo, primero se lo debe prescribir su endocrinólogo. Esta pauta terapéutica debe ser evaluada por un comité de expertos, quienes decidirán si lo autorizan o no. Si el trámite continúa adelante, el hospital se debe encargar de solicitar la dispensación del aparato y, una vez que llega, los educadores en diabetes (enfermería) deben realizar una formación a los pacientes para garantizar su uso correcto. Una formación que dura dos días y que se está convirtiendo en el cuello de botella para esta prestación.

Así lo puso de relieve, Francisco Darias, de la Asociación de Diabetes de Tenerife (ADT), que afirmó que son trámites burocráticos insalvables, ya que la formación es clave para garantizar la sostenibilidad del sistema. "No solo queremos que se dispense esta tecnología a los pacientes, sino que hagan un uso correcto de la misma, ya que el SCS lo está financiando", afirmó.

La formación diabetológica es el reto en el que están orientando sus esfuerzos tanto los pacientes como los profesionales, porque, como recordó Julián González, presidente de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Canarias (Fadican), "el 25% del presupuesto destinado a la sanidad canaria (aproximadamente 3.000 millones de euros) se dedica a la diabetes y sus complicaciones", es decir, unos 750 millones, dijo González en una rueda de prensa para presentar la exposición Tenerife DiabetesLAB, ubicada en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife, en celebración del Día Mundial de la Diabetes que se celebra hoy.

"Se gasta más que en cáncer, VIH y alzhéimer juntos", afirmó González, quien hizo hincapié en que estas enfermedades suelen considerarse, a ojos de la sociedad, más nocivas cuando las complicaciones de "tener el azúcar alto" pueden ir desde la pérdida de la vista hasta la muerte. Dicho porcentaje de gasto se podría reducir hasta el 10% si se realizara una mayor inversión en educación para la diabetes, lo que indudablemente está relacionado con la formación a profesionales y el reconocimiento de la especialización en enfermería de educador en la enfermedad. De ahí que, Fadican haya impulsado una recogida de firmas para solicitar tanto a la Consejería de Sanidad como al ministerio del área, reconocer e impulsar esta categoría profesional.

Pero esa educación también podría ayudar a prevenir que la patología aparezca. Porque el 92% de los pacientes tienen una deficiente actividad pancreática de manera adquirida, es decir, padecen diabetes del tipo 2. Una patología asociada al sedentarismo, los malos hábitos alimentarios y la obesidad que en el 70% de los casos se podría prevenir. En Canarias, aproximadamente 155.000 personas están diagnosticadas con diabetes tipo 2 y 13.000 con tipo 1. Cabe recordar que Canarias es la comunidad con mayor tasa de diabéticos tanto a nivel nacional como europeo.

Sin embargo, en las Islas, en realidad, hay más personas que padecen la enfermedad. Simplemente no lo saben. Alrededor de 62.000 canarios pasean felizmente por las calles sin saber que su páncreas no está funcionando adecuadamente, y lo desconocen debido a que "la diabetes es una enfermedad silente", como afirmó Pilar Peláez, enfermera educadora en diabetes del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria.

Las cifras

70% de los casos de diabetes tipo 2, relacionada con la obesidad, los hábitos de vida poco saludables y sedentarismo, son prevenibles.

155.000 pacientes en Canarias padecen diabetes de tipo 2. Tan solo 13.000 tienen diabetes desde que nacieron, es decir, del tipo 1.

1.118 son las solicitudes de dispensación de un aparato de monitorización continua de glucosa o de sistema flash que ha recibido el Servicio Canario de la Salud (SCS).

7,6% de los pacientes tipo 1 tienen autorizado el uso de sistemas flash o de monitorización continua. Parte de ellos, a pesar de tenerlo autorizado, no han empezado a usarlo por no haber recibido la formación complementaria.