La segunda sesión del juicio por el homicidio de una mujer en Los Realejos en enero del año pasado, donde figura como acusado Esteban H.D., estuvo centrada en las declaraciones de testigos. Familiares y vecinos del procesado, junto a una amiga y una prima de la fallecida, coincidieron en manifestar que Jenny Sofía trataba mal y con muy poco respeto a su marido, independientemente de que ambos estuvieran en espacios públicos, en su finca o en las viviendas de otras personas. Esas dos mujeres colombianas afirmaron que la víctima era una persona con un carácter impulsivo y, en ocasiones, agresivo. En el lado opuesto se expresaron tres hijas de la mujer colombiana, que apuntaron que Esteban trataba de forma violenta a su madre y que no quería de ninguna manera que esta abandonara la vivienda que le había donado en la zona de Las Llanadas. Y para ello trataba de impedir que la madre biológica de la niña a la que había reconocido como hija recuperara su custodia.

En este caso, la Fiscalía solicita que el presunto autor sea condenado por homicidio; la acusación particular y el Instituto Canario de Igualdad (que ejerce la acusación popular) piden una pena de asesinato, mientras que la defensa reclama la libre absolución, ya que supuestamente el único sospechoso actuó en defensa propia.

"No logró lo que esperaba"

La hija mayor del acusado fue la primera en declarar y explicó que Jenny Sofía insultaba a su padre, incluso en su vivienda, donde llegó a llamarlo "malparido o triple hijo de puta". En otras ocasiones, se dirigía a él con expresiones como "¡Señor Esteban, usted se me calla, que de esto no sabe; es un hijo de puta", o bien con palabras como "viejo" o "inútil", según dicha testigo. En opinión de esta mujer, en la denuncia por maltrato psíquico presentada contra su padre días antes del trágico suceso "ella no logró lo que esperaba" y comentó que en la sede judicial de Icod le hijo al procesado: "Hijo de puta, esta noche vuelvo a la casa". A esta hija, al igual que a otros testigos, Esteban H.D. contó que alguien le seguía en un coche.

También aseguró que su padre era cazador y tenía dos escopetas en su domicilio. Recordó que, una vez que Esteban llegó a su casa, Jenny Sofía lo apuntó con una escopeta y que el ahora acusado llegó a orinarse encima por el miedo.

La segunda hija biológica de Esteban reconoció el deterioro físico de su progenitor en los meses previos a que ocurriera el trágico suceso, hasta el punto de que no tenía fuerzas para cargar solo la lechera con 40 litros que llevaba a su hermana para que hiciera queso y tampoco tenía vigor para arar las huertas. Tras escuchar insultos, esta joven, que es trabajadora social, le recomendó a su progenitor que denunciara el maltrato psicológico al que supuestamente era sometido, pero no lo hizo por temor a que se rieran de él.

Un hermano del acusado aseguró ante el Tribunal del Jurado que en alguna ocasión observó que Jenny Sofía empujó a su presunto homicida y otra vez fue testigo de que la citada mujer trató de atropellarlo con su coche. También dicho testigo aconsejó a Esteban que denunciara, pero la respuesta fue la misma que a su hija: "que no quería que se rieran de él".

Una sobrina de Esteban dijo que otra vez la fallecida tuvo una discusión y agarró por los pelos a una de sus hijas porque esta era lesbiana y llegó a convivir con una chica en la casa de Las Llanadas. De hecho, varios familiares de Esteban indicaron que la víctima llegó a echar de dicho domicilio a la joven por su condición sexual. La citada sobrina llevó a la niña reconocida como hija por el acusado a ver a su madre biológica a Marbella. La joven refirió que la menor no quería estar con su progenitora, ni siguiera cuando llegó a la localidad malagueña, pues se le aferró a su pierna. Aclaró que la pequeña tampoco deseaba irse a vivir con su abuela y su nueva pareja en San José de Los Llanos.

Un vecino del presunto autor del homicidio contó que varias veces observó a Jenny Sofía insultar y discutir con Esteban, ya que llegaba al domicilio "bastante alterada". Una prima de la fallecida afirmó que, cuando su esposa se fue a vivir con otro hombre a San José de Los Llanos, el procesado "quería que ella volviera" y que Jenny Sofía lo insultaba porque "no le pasaba la niña al teléfono". Esteban también relató a esta testigo y a su marido que se sentía vigilado y perseguido, así como que una vez alguien llamó por teléfono y le dijo que tenía que devolver la menor a su abuela. Supuestamente, también causaron daños en el vehículo de Esteban.

Acusada de tráfico de drogas

Esta mujer, que era la que cuidaba a la pequeña cuando se produjo el homicidio, indicó que sí sabía que Jenny Sofía tenía problemas con las autoridades colombianas, ya que presuntamente cometió un delito de tráfico de drogas. Según el entorno del acusado, fue arrestada por tal infracción penal y estaba a la espera de juicio cuando se enamoró de Esteban y decidió viajar a Tenerife para convivir con él. A pesar de que era colombiana, según esta mujer, Jenny Sofía también tenía la nacionalidad venezolana. Cuando fue deportaba, el hoy procesado viajó con ella en el mismo avión hasta dicho país y se casó con ella. Después, ambos regresaron a la Isla.

La prima de la fallecida reconoció ayer que su hijo le aseguró un día que la menor sobre la que Esteban tenía la custodia le dijo: "si a don Esteban le pasa algo, no se lo perdonaría a mi madre" (Jenny Sofía), que la había criado junto con el hoy implicado en el homicidio.

Una mujer de origen colombiano que se identificó como amiga de la fallecida insistió en que la víctima tenía "un carácter muy fuerte" y que le aconsejó que "no dejara sola" a su nieta con Esteban, que tanto le había dado a ambas. Pero la fallecida le respondió que "buscaba su felicidad". Dijo que la fallecida tuvo una vez una pelea con una compañera de trabajo, porque la primera no quiso pagarle el transporte a la segunda cuando ambas se dirigían a trabajar al Sur de la Isla. Indicó que, debido a ese supuesto carácter conflictivo, los jefes no le renovaron su contrato en una empresa de empaquetado.

Ante el Jurado comentó que Jenny Sofía "iba a la casa de Esteban a discutir". Esta ciudadana, que vive cerca del lugar del suceso, afirmó que la fallecida en una ocasión le dijo a su marido "poco hombre", "muérete ya", "maricón", "yo lo único que quiero es disfrutar de esto, que me lo gané a pulso durante 10 años". También señaló que la niña no quería ir con su madre biológica, que estaba en Marbella.

"Dulce, sincera, trabajadora y honesta"

Las tres hijas de Jenny Sofía coincidieron en que se preocuparon mucho a partir de las 19:00 horas del 19 de enero (día de los hechos), ya que no pudieron hablar con su madre. La más joven de las hijas de la fallecida dijo que era mentira que su madre se hubiera metido con su orientación sexual o que la hubiese echado de la casa por ser lesbiana. Aclaró que "mi madre era maltratada por este señor". Además, según su opinión, "se lo cedió todo a mi madre para que sus hijas biológicas, con las que no se llevaba bien", no heredaran sus bienes. Otra hija de la víctima comentó que su progenitora regresó al domicilio de Las Llanadas "porque la niña estaba sola". Negó que su hermana conviviera con una joven en dicho domicilio. Apuntó que de forma periódica daba dinero a su madre y que ayudó a Esteban y a su madre a hacer una inversión de 6.000 euros en una granja. Aclaró que Jenny Sofía era una "mujer impulsiva y con carácter", pero "dulce, trabajadora, sincera y honesta". La tercera hija comentó que el acusado manipulaba a su hija biológica y que, entre octubre y diciembre, no se enteró de que la pequeña vivió sola con Esteban en Las Llanadas, porque su madre se había ido con otro hombre. Aclaró que medió para que su madre retirara la denuncia al acusado y que estuviera con la menor hasta que ella llegara desde Marbella, con el fin de que todo se resolviera pacíficamente. Y es que, con el divorcio de su madre, veía una oportunidad para volver a recuperar a su hija. Pero ayer dijo que se arrepiente de la decisión. El novio de Jenny, con quien convivió en San José de Los Llanos, dijo que Esteban no aceptaba esa relación y que la insultaba cuando la llamaba.