La campaña de protección de la pardela cenicienta, puesta en marcha por el Cabildo de Tenerife este mes de octubre, ha recuperado ya más de 500 pollos de esta especie, que se han salvado y liberado al mar, gracias a la colaboración del voluntariado ambiental, centros de Cruz Roja, Protección Civil y asociaciones en defensa de conservación de las especies de fauna silvestre, todas ellas coordinadas desde el Centro de Rescate de Fauna Silvestre del Cabildo de Tenerife, perteneciente al Área del Medio Natural y Seguridad.

Como todos los años, cientos de pollos de pardela cenicienta (Calonectris diomedea) salen de sus huras o madrigueras y emprenden el primer vuelo al mar y en ese proceso, y debido a la contaminación lumínica de las ciudades y entornos turísticos, muchos caen cegados por las luces.

En esta campaña de 2019, el primer pollo cayó en Adeje el día 17 y a partir de ahí, el número de rescates ha ido aumentando día a día.

Las previsiones apuntan a que este año sean más de 2.000 los ejemplares que necesiten la ayuda del personal de fauna silvestre para poder llegar al mar.

Este año, el personal de Fauna ha contado con la participación de la empresa pública Tragsa, que alarga el rescate hasta las 00.00 horas de la noche todos los días de la campaña.

Por municipios, Adeje sigue siendo el que registra mayor número de incidentes, al ser el que mayor problema de contaminación lumínica presenta en la costa, seguido por Arona.

Desde el Cabildo de Tenerife se insiste en la posibilidad de hacer disminuir los efectos de la iluminación en los choques de las pardelas, y para ello, insta a los ciudadanos y empresarios a bajar la intensidad de las luces o apagarlas directamente --siempre que se pueda-- entre las 20.00 y las 00.00 horas de los días 1, 2, 3 y 4 de noviembre, fechas en las que se prevé una mayor actividad de estos animales.

Los datos que se van recogiendo en esta campaña indican claramente que hay una serie de 'puntos negros' en la costa, donde la iluminación es mucho más intensa y se concentran una gran cantidad de animales caídos por choques, lo que indica que existe la posibilidad de aminorar la incidencia de rescates, adoptando las medidas propuesta de disminuir la intensidad luminaria durante las primeras horas de la noche.