Unas 1.444 personas aproximadamente han llegado a Canarias por vía marítima y de forma irregular en lo que va del presente año. Alrededor de la tercera parte de esos migrantes han arribado al Archipiélago en lo que va del presente mes. Y resulta evidente que en los últimos días se ha producido un acelerón de este fenómeno en las islas. El rescate de 150 subsaharianos de un cayuco que navegaba con dificultades a 130 millas al Sur de Gran Canaria y cuyos ocupantes fueron trasladados por la Guardamar Thalía hasta el puerto de Los Cristianos durante la madrugada de ayer también ha supuesto una alteración notable de la estadística en la tendencia registrada en el proceso. Ayer se tuvo conocimiento del caso más grave detectado en años en la denominada "ruta atlántica", con la llegada al Puerto de la Luz y de Las Palmas de cuatro personas fallecidas que fueron localizadas el pasado domingo en un cayuco, junto a 29 supervivientes, a 328 millas náuticas de Gran Canaria (unos 607 kilómetros). Fueron llevados a Las Palmas en el petrolero Bluebird, en el que murieron dos de ellos, después de estar 15 días a la deriva.

El Bluebird, un petrolero con bandera de Singapur, recogió a 33 varones -seis de ellos posibles menores- el domingo sobre las 14:00 horas, apenas hora y media después de que Salvamento Marítimo emitiera una petición de ayuda de emergencia a los barcos en tránsito por la zona, porque otro carguero había divisado el cayuco, según un portavoz del armador.

Deshidratados y muy débiles

Los 29 supervivientes han llegado pasadas las 15:30 horas al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, donde recibieron asistencia médica, porque todos ellos se encontraban deshidratados y muy débiles. Cuatro fueron evacuados a hospitales, según un portavoz Cruz Roja, José Antonio Rodríguez.

El delegado del Gobierno, Juan Salvador León, manifestó en Las Palmas de Gran Canaria que en lo que va del presente mes han arribado a las islas veinte embarcaciones en total y unos 469 inmigrantes. Apuntó que en octubre del 2018 llegaron 24 barcos y 529 africanos.

Desde ese punto de vista, comentó que "hay un repunte, pero ni siquiera se llega a las cifras del año pasado". Según los datos del Ministerio del Interior, hasta septiembre habían llegado a Canarias 975 personas en situación irregular por vía marítima, lo que suponía un aumento del 48% respecto a las cifras del mismo periodo del año pasado. En octubre llegó a la Comunidad Autónoma la tercera parte aproximadamente de los migrantes que lo han hecho en el presente ejercicio. De esos 469 subsaharianos y magrebíes, más de la mitad (274) arribaron desde el sábado pasado. Y la mayoría (150) lo consiguió tras el rescate de la Guardamar Thalía y el traslado a Los Cristianos.

El delegado comentó que en el Sur de Tenerife fueron atendidos 78 varones adultos, cuatro mujeres y otros 68 ocupantes que dijeron ser menores y a los que se les realizan las pruebas. De estas personas, cuatro precisaron traslado a un centro sanitario.

Unos 27 trabajadores y voluntarios de Cruz Roja Española ofrecieron ayuda humanitaria a dichos migrantes, concretamente paquetes de higiene, ropa, mantas, alimentos y agua. La intervención comenzó pasada la una de la madrugada y se prolongó cerca de unas tres horas.

Menos en la Península

Frente a los datos de crecimiento registrados en el Archipiélago, a nivel nacional se produjo hasta septiembre una reducción importante en la llegada de inmigrantes, que se cifra en más de un 49%, puesto que se pasó de 36.674 personas en 2018, a las 18.591 del presente año.

En declaraciones a EFE, Txema Santana, técnico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) Canarias, explicó que observan una tendencia al alza en la llegada de inmigrantes desde hace años, pero en esta última semana se ha detectado "cierta intensidad" en la ruta África-Canarias, desde el sur de Marruecos, el Sáhara occidental y el África subsahariana. Una de las causas de este incremento se debe al buen estado del mar. "Hay mucha gente dispuesta a salir", advirtió Santana, que atribuye el cambio de dirección de los flujos tanto a los conflictos bélicos como al hecho de que la frontera por el Norte está más blindada que antes y ya no la utilizan tanto.

Segura: "Se frena a más de los que salen"

El director general de Casa África, José Segura Clavell, asegura que desde dicha institución recaban información para poder hacer frente al fenómeno migratorio en los países de origen, "pero por ahora no nos atrevemos a realizar una predicción" de lo que va a ocurrir en los próximos meses o años. Apunta que, gracias a la labor que ya se lleva a cabo en los lugares de procedencia de los inmigrantes, se consigue frenar a un número mayor de personas que las que llegan a subir a cayucos o pateras. En ese sentido, Segura Clavell planteó que, por cada 200 que emprenden el viaje, 800 permanecen en su territorio. El exdelegado del Gobierno en la época del Gobierno de Zapatero indica que hace dos semanas "tuvimos en Casa África" tres jornadas de análisis sobre los problemas sociales, económicos y de seguridad que existen en la franja del Sahel (en la que confluyen zonas de diversos países entre el Mar Rojo y el Océano Atlántico) donde tomaron parte más de 60 embajadores especiales en la región procedentes de la Unión Europea (UE), así como de Estados Unidos o Canadá. Cabe recordar que, además, son numerosos los analistas internacionales que sitúan en el Sahel un punto clave para el desarrollo de grupos de terrorismo yihadista. Y, en otros casos, expertos en política exterior y militares ubican la verdadera frontera Sur de Europa y España en ese "borde Sur" del Sáhara. Segura explicó que también la semana pasada se llevó a cabo en la institución que dirige un foro con miembros de la cúpula de Frontex (organismo para la vigilancia de las fronteras exteriores de la UE), que tiene su sede en Varsovia. Dijo que la inmigración es un "fenómeno humano", con el que se corre el riesgo de que algunos sectores siembren mensajes de alarma o demagogia. También destacó el trabajo que en las costas y en aguas de Senegal desempeña la Guardia Civil, con su Servicio Marítimo, por ejemplo, para intentar impedir la salida de hombres y mujeres hacia Europa. Según el director general de Casa África, "hace 12 años no se prestaba atención al cambio climático". Pero advierte de que ahora hay que ser conscientes de que se pueden producir desplazamientos de personas de unos territorios a otros porque en su área de origen faltan recursos hídricos para subsistir. Y matiza que esos son los migrantes del cambio climático.