En noviembre de 2017 ocurrió uno de los episodios más oscuras de la historia de Gran Hermano . La concursante Carlota Prado se vio involucrada en lo que podría ser un caso de abusos sexuales , ocurridos dentro de la casa del reality de Telecinco.

Según el escrito judicial publicado por El Confidencial , José María realizó movimientos bajo el edredón "que aparentemente pudieran consistir en penetraciones" y por tanto, se podría enfrentar a un delito de abuso sexual penado con entre uno y tres años de prisión. El abogado del exconcursante mantiene su inocencia, pero la jueza ve contradicciones en el investigado.

"José María López Pérez se introdujo en la cama con Carlota Prado Alonso, la cual se hallaba vestida íntegramente, habiéndose quitado únicamente las botas con la ayuda de José María", explica la jueza. Tras tapar el acusado a ambos con el edredón, se observa "una manipulación interna en la que José María pudiera ser que estuviera quitando los pantalones y las bragas a Carlota".

"Esta le comunicó, sin apenas fuerza, la frase 'no puedo', sacó uno de sus brazos del edredón y lo dejó caer contra la pared. También se quitó la parte de arriba con dificultad y sacó una mano, posicionándola en vertical y recta hacia José María, en la que pudo manifestarle que parase su acción, la cual pudiera consistir en tocamientos de su cuerpo en base a las oscilaciones apreciadas", describe la jueza, que deja claro que Carlota Prado estaba "sin apenas moverse, con los ojos cerrados".

José María le pregunta "¿qué te pasa?" y la concursante no responde. Aunque sí deja claro la jueza que Prado dice expresiones como "no puedo" o "quita" y que hubo "desplazamientos por parte de Jose María que impulsaban a Carlota hacia arriba y abajo, sin que 'motu proprio' esta reaccionara ante tal estímulo; el cual pudiera consistir, de acuerdo con la posición de José María y su respiración más agitada, en penetraciones".

Apróximadamente, el hecho duró cinco minutos, concluyendo cuando el 'súper' del programa "ordenó a estos que se colocaran bien los micrófonos y que Carlota acudiera al confesionario".