El trabajo del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional permitió la detención de José Antonio Luis Aguiar, con 33 antecedentes policiales y penales, como presunto autor del asesinato de Adoración C.V.R., de 42 años de edad, cuyos restos óseos fueron hallados el 7 de julio de 2016 en el cauce del barranco de Santos, en Santa Cruz de Tenerife. Pero la actuación de la letrada de la acusación particular fue clave para que el asunto se pudiera esclarecer y en el futuro se siente en el banquillo al presunto implicado en la trágica muerte y desaparición de la víctima.

El proceso de instrucción de este asunto pasó por diversas vicisitudes de carácter policial y judicial. Sí consta que en noviembre del 2016 las investigaciones apuntaban a José Antonio Luis Aguiar como el posible responsable de la muerte violenta de Adoración, pero faltaban suficientes argumentos para acusarlo formalmente.

Respecto a dicho individuo, en esa época ya estaba en el centro penitenciario Tenerife II cumpliendo una condena de 17 años de cárcel por el asesinato de un hombre, Ángel Bermejo Beltrán, en la habitación 306 de la Pensión Padrón, situada en la avenida Islas Canarias de la capital tinerfeña. El mismo hostal y la misma habitación en la que presuntamente acabó con la vida de Adoración.

Sin embargo, durante el verano del año 2017, el caso llegó a estar archivado por parte del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife. Precisamente, en la jornada de ayer, el 25 de septiembre, se cumplieron dos años desde que dicho órgano aceptó un recurso planteado por la abogada de la hija de la fallecida para que el proceso se volviera a reabrir y se practicara una nueva prueba.

Dicho trámite fue llevado a cabo por una letrada del turno de oficio del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife (Icatf), según trascendió ayer. Con el paso del tiempo, esa solicitud permitió que el caso de Adoración pudiera continuar adelante y que, finalmente, se haya detenido a José Antonio Luis Aguiar por el asesinato de dicha persona.

Según la información oficial que se ha divulgado, el fallecimiento de Adoración ocurrió en junio del 2009. En base a los datos expuestos por parte de la Policía Nacional, el ahora acusado le propinó golpes y después la estranguló. La sangre de la afectada llegó hasta el techo. Y, más de un año después, cuando se encontró el cuerpo esqueletizado de Ángel Bermejo Beltrán (asesinado también por José Antonio en enero del 2010), los agentes de la Brigada de Policía Científica encontraron esa muestra, pero no correspondía a la sangre de dicho varón. No obstante, esa prueba se guardó.

Cuando en el verano del 2016 fueron localizados los restos óseos de una mujer en el interior de dos petates en el barranco de Santos, los investigadores empezaron a vincular dicho hallazgo con la desaparición de una mujer y con la muestra de sangre no identificada hasta entonces.

Al cruzar los resultados de la prueba del ADN de los huesos con el resto sanguíneo localizado en el techo del dormitorio 306 de la Pensión Padrón, ambos perfiles genéticos coincidieron plenamente. Cabe recordar que la denuncia por la desaparición de Adoración se presentó en una Comisaría de la Policía Nacional en el año 2013 por parte de la hija de la víctima, según los datos divulgados en una nota por la Comisaría Provincial hace escasos días.