La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias y la Universidad de La Laguna (ULL) han suscrito un convenio de cooperación para la realización de nuevas técnicas de control del Rabo de Gato (Pennisetum setaceum).

El Rabo de Gato es una de las especies invasoras que más se ha extendido por Canarias en las últimas décadas debido a "su gran resistencia y eficacia colonizadora", lo que ha facilitado su "rápida propagación en el territorio en un breve espacio de tiempo", según ha informado la consejería en un comunicado.

El consejero del área, José Antonio Valbuena, y el vicerrector de Investigación Transferencia y Campus Santa Cruz y Sur, Ernesto Pereda, han sido los responsables de firmar el acuerdo, que recibirá una cuantía económica de 596.752 euros que se distribuirán en tres anualidades desde este 2019 hasta el 2021.

Según ha apuntado la consejería, el objetivo del convenio es minimizar "los efectos negativos del Rabo de Gato sobre la biodiversidad y el medioambiente ante el futuro escenario del cambio climático".

La identificación de hongos asociados a esta especie, el reconocimiento de compuestos que reduzcan o supriman el crecimiento de sus semillas y de elementos que induzcan estrés hídrico y marchiten el Rabo de Gato, serán las actuaciones principales del acuerdo firmado.

La consejería ha asegurado que facilitará "parcelas experimentales en diferentes islas" para realizar los ensayos controlados de campo que se han obtenido en investigaciones de laboratorio.

Por su parte, la ULL se ha comprometido a facilitar "el uso de instalaciones y laboratorios" para el estudio y a aportar el personal necesario.

"La invasión de especies exóticas es una de las mayores amenazas a la conservación del frágil patrimonio natural de islas y, junto al cambio climático, uno de los problemas ambientales prioritarios para la Unión Europea", ha señalado el Ejecutivo autonómico.

Asimismo, se ha indicado que el cambio climático, el incremento de la temperatura y la previsible modificación del régimen de precipitaciones favorecerá las invasiones biológicas y facilitaría también la expansión del Rabo de Gato.