Se cumple este año el 500 aniversario de la capital cubana. Además, el pasado mes de mayo se cumplieron 60 años de la firma por Fidel Castro de la ley de Reforma Agraria.

Kioscos

La gente mayor tiene afición a comprar el periódico a pesar de que son como el boletín del partido único. Pero siempre se puede escapar alguna noticia interesante. El joven Manuel regenta un pequeño kiosco de madera. Llega a las once, tiene que salir a las 6 de la tarde, pero se queda hasta las 8 o las 9. Vende periódicos a precio oficial, es decir, que hay gente necesitada, enferma o mayor que los vende por las calles con un suplemento voluntario. Manuel vende todos los días 185 Granma, 288 Juventud Rebelde y los fines de semana 60 Trabajadores y 200 Tribuna. Tiene un beneficio al día de diez pesos cubanos, 300 al mes, de los que paga diez al Estado por el espacio, con alguna propina puede llegar a 14 dólares al mes. Los números son mínimos. Un periódico vale 0,008 euros. Cuba se quedó en "el tiempo de España" como dicen allí, es decir, precios y salarios de hace 100 años.

Licencia

La revolución en el transporte se ha llevado parte del negocio de los "almendrones", coches antiguos americanos años 50, que han renunciado a la licencia y andan ilegales. Han parecido los "ruteros", microbuses de 12 plazas, nuevos, que llevan un cobrador, no sé si agregado, o socio del conductor, que cobran por un trayecto medio 0,50 dólares. En los almendrones el precio subió a un dólar el trayecto. Subo a uno que lleva una pasajera. Al poco nos para la policía. El cobrador nos pregunta los nombres: José María y Adriana, él, español y ella, estadounidense. Y nos ruega que digamos que vamos gratis. El conductor se apea, entrega los papeles al guardia. Hay una charla que no entiendo por el ruido de la circulación. Al fin se arregla la cosa sin multa. Una vez reanudada la marcha el copiloto despotrica contra el gobierno porque lo que gana no le alcanza para pagar los gastos de la casa, los niños, la ropa, comer, todo. Está muy enfadado. El español le da la razón. La norteamericana alega que la educación es gratuita y la sanidad también. Todavía queda gente con ese idealismo mítico y fracasado.

Miedo

Merodea bajo los soportales del Hotel Manzana en pleno Parque Central. Vende reconstituyentes sexuales, tiene una pensión de 284 pesos cubanos (12 dólares). Tiene miedo a que lo detenga la policía haciendo algo ilegal. En 2017 el huracán Irma arrasó su casa. El Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, le aseguró la reparación de la vivienda, asignó un presupuesto y designó un apoderado para que llevara a cabo la obra. Pero éste, en vez de aplicar el dinero para lo que le habían encomendado, lo gastó en comprar propiedades que luego vendía con beneficios. El hombre reclamó en el Comité Central de Partido, pero por la categoría del infractor y el poco empuje del damnificado, el Estado se le vino arriba. Se quedó sin trabajo. Su hijo tuvo que emigrar a Panamá donde está en situación irregular, mientras el padre quiere escanear un documento y enviárselo, donde se aclara y justifica la persecución que recibe en Cuba, para que sea acogido en ese país como exiliado político y pueda organizar su vida, mientras el padre dolido explica los beneficios de sus productos para la salud y la felicidad.

Noventa

En la década de los noventa del siglo pasado, para paliar, en cierto modo, la supresión de ayudas a Cuba tras la caída del muro de Berlín en 1989, Rusia ofrecía una serie de becas para estudiar en su país. De esa generación salieron un grupo de profesionales titulados superiores con varios idiomas que fueron recolocados, no en puestos acorde con sus estudios, como sería lo lógico, sino en la hostelería, donde ganan más y forman la cúspide de la pirámide social del país. Por eso es frecuente que te sirva un plato de espaguetis un ingeniero industrial o un técnico superior en informática que habla varios idiomas, incluido el ruso. Los salarios rondan los 20 dólares al mes, pero con las propinas pueden pasar de los 70.

Obras

A los ruidos habituales de la capital cubana: música a todo volumen, cláxones a cualquier hora del día o de la noche, gritos llamando a un vecino, frenos de autobuses, últimamente lo que llaman "bocinas", reproductores de música con una tarjeta de memoria, que algunos usan para cantar acompañados de ellas ante los bares para sacar unos pesos, ahora hay que sumar las obras. La fiebre del cumpleaños de la ciudad, 500 años, ha llenado de reparaciones la capital. Empezando por el Capitolio, que lleva desde 2010 en restauración por un importe de 17 millones de euros y está a punto de terminar, hasta el soterramiento de conducciones de luz y gas, que han llenado algunos barrios como el Vedado de zanjas, máquinas escandalosas, martillos compresores, humos, cortes de luz durante casi todo el día, y algún accidente de coche al meter las ruedas en las excavaciones en plena lluvia tropical, que ocasionaron cierta complicación circulatoria, al no haber una grúa para el caso, sacándolos a base de ingenio y empuje humano, y ante la indiferencia de la policía. Incluso el Hotel Habana Libre ha derruido su simbólico mural de 1957, con ocho tonos de azules, formado por setecientas mil piedras de gresite, obra de la artista cubana, de origen español, Amelia Peláez (1896?1968) que ella tituló Frutas cubanas, para pintarlo de nuevo con materiales más modernos y resistentes a la climatología adversa.

Ante el ruido como costumbrismo, el periódico Granma titula: "Una batalla cultural y cívica contra el ruido". Y muestra el artículo 152 de la ley del medioambiente de 1987 en su apartado a/: "el establecimiento de las normas relativas a los niveles permisivos de sonido y ruido a fin de regular los efectos sobre el medioambiente". El Gobierno parece consciente de este problema también para las personas. Pero el barullo está tan arraigado en la ciudad, que va a ser difícil su erradicación.

Prodal

Hay unas croquetas con este nombre. Están hechas con derivados de pescado, cerdo o pollo. El paquete vale cinco pesos cubanos, 0,20 euros. Dicen que algunas las hacen con el pez gato, que llaman "claria", que es de agua dulce. Es un pez carroñero, que vive en aguas poco profundas de charcas y ríos como el Almendrariz, alcanza hasta un metro de largo. Sale hasta la orilla, come ratones y dicen que en la noche uno de ellos atacó a un pescador mordiéndole una bota.

Rafael

En los últimos días de mayo, la Consejería de Cultura y de Cooperación de la Embajada de España en Cuba entregó el premio Rafael Alberti a Eusebio Leal, historiador de la ciudad de La Habana, y al poeta español Luis García Montero. Este premio fue creado por la Sociedad de Beneficencia de Andalucía en Cuba, y da pie al diario Granma para hacer una apología del comunismo encarnado en el poema que Rafael Alberti escribió en 1933 ensalzando el Manifiesto Comunista de 1848.

Simulacro

A primera hora del 19 de mayo hubo un simulacro de incendio en el Hotel Habana Libre dentro de la Semana Nacional de Protección contra incendios. 150 personas, cinco camiones de bomberos, tres de policía, furgones para el transporte del personal, todos bajo el mando del Jefe Mayor de la Defensa Civil, General Ramón Pardo Guerra. Cortaron la calle L y adyacentes para llevar a cabo las operaciones. Al final de ejercicio hubo bocadillos para la tropa, bomberos, ejército, policía y Cruz Roja. Los mandos compartieron un ágape en un recinto expresamente cerrado para ellos en el lobby del hotel cuando se cumplían las dos horas del ensayo.

TV

Cuando me entrevistan en la calle para el canal educativo de la Televisión Cubana sobre la autoestima en la gente mayor (ya empezamos) pregunto si puedo hablar con libertad. De los cinco componentes del equipo dos se van, pero la jefa los llama y me hacen unas preguntas al respecto a las que respondo lo más políticamente correcto posible, igual que uno de esos estudiantes que parecen recitar las respuestas como si fuera un guión de teatro previamente memorizado. Se quedan encantados con mi participación. Cuando acaba la grabación pregunto si se puede tener autoestima con una jubilación de ocho dólares al mes. "Ese no es asunto nuestro". Y se van. No creo que me saquen.

Vigilancia

Según algunos viandantes, las zonas más turísticas y céntricas de la capital se han convertido poco menos que en un estado policial por orden del presidente del Consejo de Ministros, Díaz-Canel. Al oscurecer, se concentran en puntos indicados para distribuirse en grupos de tres, dispersándose por las calles señaladas al efecto. Mantienen una postura disuasoria de todo lo que sea el acercamiento de los naturales a los turistas para obtener algún beneficio que palie su precaria situación económica. Algunas calles simbólicas como Obispo en la Habana Vieja llena de restaurantes donde se prodigaron Lezama Lima o Cabrera Infante, y hoteles como el Ambos Mundos en cuya habitación 511 vivió Ernest Hemingway en la década de los años 30 del siglo XX, están medio desiertas.

Xenofobia

En Cuba, al extranjero se le aplican diferentes precios que al oriundo. Esta norma, hoy en Europa, sería tildada de xenofobia o trato discriminatorio al foráneo en lo económico. Entrar en el Pabellón Cuba (centro de recreo y actuaciones musicales en directo), cuesta cinco pesos cubanos al residente (0,20 euros); al extranjero, cinco pesos convertibles (cinco euros al cambio actual). La publicidad de Maykel Blanco, salsero mayor, como se define, actúa en la Casa de La Música del barrio elegante de Miramar. El cubano debe pagar una entrada de 10 dólares, el extranjero 20. Así en el teatro, la ópera y algunos otros espectáculos.

Zapear

Viendo la televisión oficial cubana se encuentran noticias a las siete de la mañana, o dibujos animados, o deportes variados: fútbol europeo, béisbol, atletismo, ciclismo en pista, o películas en blanco y negro de los clásicos americanos en versión original, novelas latinoamericanas, o las series de éxito españolas como Amar en tiempos revueltos.

Quinientos años no son mucho para una ciudad que ha inspirado tanto talento creativo en un país de sólo once millones de habitantes. Tres premios Cervantes: Dulce María Loynaz, Guillermo Cabrera Infante y Alejo Carpentier. Un premio Príncipe de Asturias de los Deportes a Javier Sotomayor. Dos premios Princesa de Asturias a Leonardo Padura de las Letras y a Alejandro Portes de Ciencias Sociales. Y un premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana a Fina García?Marruz. Además de las nuevas generaciones de escritores.

¿Lo demás? Como me dijo la de la televisión: "Ese es no es asunto nuestro".